[3.87] Médico veterinario frio v/s Duque que puede transformarse en gato
CUENTO DE HADAS
Bai Yu se quedó atónito cuando Imur ya había comenzado a desabrocharle la ropa.
El repentino envenenamiento del médico claramente lo había asustado mucho, e Imur sentía una urgente necesidad de confirmar ciertas cosas: la salud de Bai Yu, los sentimientos del médico hacia él y, sobre todo, la relación y el amor entre ambos.
Podrían haber continuado con ese juego de tanteo con elegancia, hasta que ambos confesaran sus sentimientos. Pero ni Bai Yu ni Imur eran personas extrovertidas; Bai Yu era demasiado racional, mientras que Imur tenía miedo de salir herido. Ese tanteo podría haber durado indefinidamente, hasta que alguien rompiera el hielo.
Sin embargo, después de esta grave enfermedad, Imur no quería esperar más.
Sus movimientos eran apresurados, y antes de que Bai Yu pudiera detenerlo, el duque soltó un gemido y frunció el ceño de dolor.
El duque, con sus cejas gruesas y atractivas, estaba visiblemente afectado, respirando con dificultad, y sus movimientos, aunque fue él quien tomó la iniciativa, lo llevaron finalmente a caer exhausto sobre Bai Yu.
El pequeño gato también estaba sudando, su piel brillaba como una pieza de jade pulida por el tiempo. Apoyado en el hombro de Bai Yu, mordió ligeramente su cuello en un gesto de frustración, dejando una pequeña marca de dientes. Luego, siguiendo su instinto felino, sacó la lengua y lamió suavemente la herida.
Bai Yu dejó escapar un leve suspiro.
Dos venas se marcaron en su frente. Esta situación incómoda los afectaba a ambos; Imur se sentía mal y Bai Yu tampoco podía moverse. Ambos sudaban por razones diferentes, y al final quedaron atrapados en esa posición, tentándose y calmándose mutuamente.
Cuando Imur, finalmente agotado, se dejó caer al lado de Bai Yu, con los ojos llenos de lágrimas, no supieron cuánto tiempo había pasado.
Bai Yu lo acarició suavemente en la espalda, y, en algún momento, durante la confusión, el pequeño gato sacó la cola. Ahora, esa esponjosa cola blanca y dorada descansaba sobre la muñeca del médico, temblando de vez en cuando, como si el dolor aún no hubiera desaparecido por completo.
Bai Yu la acarició, notando lo suave y agradable que se sentía al tacto. Sin pensarlo mucho, la acercó a sus labios y la besó suavemente.
Imur: "¡...!"
El pelaje de la cola se erizó de inmediato, pareciendo aún más esponjoso, como una piña.
En el siguiente segundo, la cola se retiró rápidamente de los dedos de Bai Yu. Imur, después de echar un vistazo para confirmar que todo volvía a la normalidad, soltó un suspiro de alivio.
Habiendo completado este "ritual", Imur parecía haber recibido algún tipo de permiso, una marca invisible. Ya no mantenía una distancia prudente con el médico, sino que se acercó abiertamente, abrazándolo.
Era la primera vez que se acercaba al médico en su forma humana.
Bai Yu pasó sus dedos largos y delicados por el cabello de Imur, acariciándolo suavemente.
Aunque Bai Yu no dijo nada, su actitud era clara.
Con su corazón latiendo rápidamente, Imur apretó los dedos de Bai Yu y pensó: "El médico es mío."
Si antes Bai Yu tenía alguna posibilidad de irse, ahora, a partir de ese día, sería imposible. Imur lo reclamaría legítimamente, como un gato que reclama su territorio. Como duque de Ilyria, haría todo lo posible para mantener al médico a su lado. Nadie, ni siquiera otro gato, podría compartir la cercanía del médico.
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Los NPC de novelas abusivas no dan buenos resultados
RomanceEn el mundo de las novelas, existe un género muy común conocido por su tendencia al abuso del protagonista. En estas historias, el protagonista sufre torturas constantes, convirtiéndose en poco más que una sombra de su yo anterior. Intentan mantener...