Los NPC de novelas abusivas no dan buenos resultados

[4.100] PASTEL (S/E)

[4.100] Emperador arrogante v/s Eunuco brillante

PASTEL

Al día siguiente, cuando Xiao Shao salió de casa, Qi Yan aún no se había despertado.

Xiao Shao dio una vuelta por la habitación de Qi Yan, con la intención de burlarse de él, diciendo cosas como: "¿No se supone que ustedes, los eruditos, estudian con tanta dedicación que hasta cuelgan sus cabezas de las vigas y se clavan agujas en los muslos para mantenerse despiertos? ¿Cómo es que sigues durmiendo a estas horas?" O tal vez algo como: "Si duermes tanto, ¿cómo llegaste a ser el tercer mejor en los exámenes imperiales? Si los demás candidatos de tu año eran como tú, entonces el reino de Da Qian está en problemas."

Sin embargo, al entrar, vio que Qi Yan estaba abrazado a su manta, con la mitad de la cara enterrada en ella, como si la manta fuera su esposa. Tenía ojeras oscuras bajo los ojos y su semblante tampoco era el mejor. Claramente, su cuerpo seguía débil y aún no se había recuperado del todo. Sin embargo, había una tranquilidad en la forma en que dormía, lo que hizo que Xiao Shao se detuviera por un momento y decidiera no despertarlo.

Salió de la habitación y dijo para sí: "Mejor voy primero a ver cómo van las cosas en el pabellón."

Había recibido una carta temprano por la mañana informándole que, como los miembros de la familia Qi eran criminales, alguien tenía que ir personalmente para verificar el traspaso de la propiedad. Como Xiao Shao no tenía mucho que hacer, decidió ir a echar un vistazo, asegurándose de que todo estuviera en orden antes de llevar a Qi Yan allí. No quería que, al traerlo, la situación fuera un desastre.

Subió a la carreta y se dirigió al callejón.

Debido a su noble estatus, los encargados no se atrevieron a ser negligentes. En el corto transcurso de una noche, la señora Qi ya había alquilado una casa vacía en el callejón y se había mudado fuera del burdel.

Cuando Xiao Shao llegó, la señora Qi estaba preparando el desayuno.

Había moldeado arroz glutinoso en forma de flores de durazno, rellenas con azúcar, y las estaba cociendo al vapor. Al verlo, dejó lo que estaba haciendo y, junto con dos pequeñas niñas, se inclinó en una reverencia ante él.

Las dos pequeñas se arrodillaron en fila. Xiao Shao se apartó y, jugando con su abanico, echó un vistazo alrededor: "Este lugar no está mal."

Era una casa de dos patios, limpia y ordenada, bastante decente. Xiao Shao pensó para sí: "Cuando Qi Yan venga a ver esto, al menos no se pondrá a escupir sangre otra vez."

Porque si se enfadaba hasta la muerte, ¿Quién se encargaría de revisar los memoriales?

Xiao Shao vio que en la cocina había un fuego encendido y que los pasteles de arroz glutinoso acababan de salir del horno, así que levantó la mano y tomó uno: "¿La señora Qi tiene esta habilidad?"

La señora Qi respondió: "Es para Qi Yan, a él le gustan los pasteles de flores de ciruelo de Tong Xing Tang. Ahora que no puedo moverme en el callejón, no puedo comprarlos, así que decidí hacer algunos al vapor."

Xiao Shao levantó una ceja. Tong Xing Tang era una famosa tienda de pasteles en la capital, conocida por sus frutas confitadas, muy populares entre las damas nobles de la ciudad. Yuan Yu solía comprar un par de cajas para impresionar a las chicas, pero ¿a Qi Yan también le gustaba?

Mientras pensaba en el serio y distante Supervisor de la corte en su vida anterior, y lo imaginaba con el extravagante empaque de colores de Tong Xing Tang, Xiao Shao no pudo evitar imaginarse al Supervisor, siempre frío y solemne, proclamando un edicto mientras tomaba un pastel de flores de ciruelo de la colorida caja, mostrando una expresión como si estuviera comiendo algo repugnante.