[4.99] DULCES SUEÑOS (S/E)

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[4.99] Emperador arrogante v/s Eunuco brillante

DULCES SUEÑOS

El rostro de Qi Yan estaba terriblemente pálido. Sus labios temblaban y sus pestañas parpadeaban incontrolablemente. Xiao Shao dio un paso adelante: "¿Qué sucede?"

Se giró ligeramente, mostrando las palabras en el sobre. Los tres grandes caracteres "Carta de despedida" se reflejaron en las pupilas negras de Qi Yan. Este retrocedió un par de pasos y, apoyándose en el marco de la cama, de repente escupió un bocado de sangre.

La sangre era densa y oscura, acumulada por el estrés de muchos días.

Xiao Shao se quedó atónito por un momento, luego suspiró con alivio: "Al fin lo ha expulsado."

El médico había diagnosticado anteriormente que Qi Yan tenía el corazón oprimido por pensamientos demasiado pesados y que la sangre acumulada debía ser expulsada. Si no lo hacía, su cuerpo empeoraría con el tiempo. A pesar de los múltiples intentos del médico, no habían podido aliviar esa opresión. Ahora, por un giro del destino, finalmente lo había logrado.

Xiao Shao tomó un pañuelo, intentando limpiarle la sangre de los labios. Pero en cuanto se acercó, las grandes letras del sobre brillaron frente a Qi Yan. Sus dedos se aferraron con fuerza al marco de la cama, las yemas de sus dedos se tornaron moradas de tanto apretar. En su mente, solo quedaban esos tres caracteres; todo lo demás se deformó en manchas de color irregulares. Imágenes sangrientas del pasado regresaban a su mente. Al final, apartó la mano de Xiao Shao y se inclinó, empezando a toser y a vomitar.

Con todo lo que había sucedido en los últimos días y la fiebre que lo mantenía débil, apenas había comido nada. A pesar de querer vomitar, no lograba hacerlo, y apenas podía mantenerse erguido. En un momento, su brazo se debilitó y casi se desplomó.

Xiao Shao lo observó sorprendido. Qi Yan se inclinó hacia él, y Xiao Shao lo sostuvo con un solo brazo, sujetándolo contra su pecho para evitar que cayera. Frunció el ceño y dijo: "¿Qué pasa? ¿Por qué estás así de repente?"

Antes de que pudiera terminar, su mirada se posó en la "Carta de despedida" que aún tenía en la mano.

De inmediato, rompió el sobre y arrojó su broma al brasero, quemándolo completamente. Luego sacó la verdadera carta y se la ofreció a Qi Yan: "Es una carta de tu hermana, me pidió que te la entregara. ¿Quieres leerla?"

Sin embargo, Qi Yan miró la carta sin extender la mano para recibirla. Aturdido y febril, parecía estar sumido de nuevo en una pesadilla, evitando la carta como si fuera venenosa.

Cuando Xiao Shao le acercó la carta, Qi Yan intentó retroceder desesperadamente, pero al tener a Xiao Shao justo detrás, no tenía a dónde ir. En su desesperación, se inclinó hacia el pecho de Xiao Shao, casi tirándolo sobre la cama.

Xiao Shao lo sostuvo con un solo brazo, manteniendo el equilibrio. Su cálida mano acarició la nuca de Qi Yan como si intentara calmar a un animal asustado: "No, no. Solo te estaba tomando el pelo. Es una carta de tu hermana, te la leo si quieres."

Desplegó la carta y comenzó a leer en voz baja:

"Querido hermano, hace varios meses que tu hermana y nuestra hermana menor hemos estado residiendo en el burdel. El encargado es amable con nosotras y nos cuida bien. No nos falta comida ni bebida, y nuestra ropa es tan fina como la de casa. No te preocupes..."

Xiao Shao mantuvo un tono calmado mientras leía el contenido de la carta. Era, efectivamente, una carta familiar común, en la que la hermana de Qi Yan, la Dama Qi, evitaba mencionar cualquier sufrimiento o humillación, centrándose en los aspectos positivos. En la carta, ella hablaba sobre su vida diaria en el burdel, cómo enseñaba a sus dos hermanas menores a leer y escribir, y describía los diferentes temperamentos de las niñas: una era traviesa y la otra dotada de gran inteligencia. En resumen, no había nada alarmante en la carta.

Los NPC de novelas abusivas no dan buenos resultadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora