Ruski

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#Pov Raven

Habian pasado un par de semanas desde que Noemi me dio la pegatina y todos los concursantes tubimos que mudarnos a Barcelona para la ultima fase. Martin y yo que construimos una union muy fuerte durante las pruebas nos dirigimos en bus. Cuando llegamos al hotel subimos a las habitaciones. Como los dos éramos de Bilbao nos toco en la misma.

—Guau esto es flipante, ya tenemos un pie dentro de la academia.— Martin se tumbo en la cama.

—Bigotudo ha llegado nuestro momento de triunfar.— Me tire encima. Nos quedamos un rato los dos tirados en la cama. En silencio, pero no era incomodo. Yo solo podia pensar en que tal vez entrar a este programa podria hacer que por fin lograra mi sueño.

—No te asusta que no gustemos a la gente?— Lo unico que me atormentaba era lo que la jente opinara de mi.

—No te conozco de toda la vida, pero en pocos dias me has demostrado que eres graciosa, baliente y buena persona. Creo que vas a caer muy bien. A demas cantas de puta madre!— Me dijo Martin mientras me acariciaba la mano.

—Gracias bigotudo, amigos pase lo que pase?— Le pregunte con voz de bebe. Pocas veces me salia este lado tan cariñoso, pero con Martin tenia una relacion especial.

—Familia pase lo que pase.— Sonreí al escuchar eso.

Nos quedamos dormidos por el cansancio. Mañana por fin seria la esperada gala 0, la que determinaria quien se queda y quien se va.

Nos despertamos por unos golpes en la puerta.

—Que leches?— Me levante a ver quien estaba interrumpiendo nuestros dulces sueños.  Abri la puerta y me encontre con una pelirroja pequeña y una morena de la misma altura.

—Holaaaa!— Entraron dejándome a un lado y echándose encima de Martin. El chico no es que sea muy madrugador, se hecho la manta y siguió durmiendo.

—Madre mia que energias teneis por la mañana.— Unas sonrisita traviesa les salió en la cara. Habíamos coincidido antes, pero no hablamos demasiado, las dos tenían una amistad llamada Maruski junto con el bigotudo.

—Bonito pijama.— Me repaso con la mirada Ruslana. La cara se me cambio completamente, pues siempre solía dormir con una camiseta ancha y sin pantalones. Sin pantalones.

—Has sido bendecida por los dioses querida, no se ven unas piernas como estas todos los días.— Chiara se quedo boquiabierta mientras Ruslana soltaba una risita y se le coloraba la cara. Lo sabia, ese truco nunca falla.

En el instituto jugué en un equipo de futbol femenino, así que estaba acostumbrada a que me vieran desnuda. No me incomodaba, estoy muy contenta con mi cuerpo y por eso tengo tanta seguridad en mi.

—Bueno niños me voy a correr, este cuerpo no se mantiene solito.— Cogí unos pantalones, mis zapatillas, una camiseta del Athletic de Bilbao y una gorra.

—Estas loca hermana.— Todos me miraron con cara rara.

—Benga agurrr.— Cerré la puerta y me puse mis auriculares.

Correr me ayudaba a despejarme y relajarme, ser un culo inquieto tenia sus desventajas. Me gustaba cuidar mi cuerpo y lo ejercitaba a diario. Salí a recepción y sin querer choque con una rubia.

—Cuidado rubia que se te me matas.— Se tambaleo y la cogí por los codos. Se quedo muda. Le dedique mi mejor sonrisa, y la ayude a incorporarse.

—Aiii perdón no te había visto, soy Dena.— Parecía una chica guapa, sin duda era guapa. Me di cuenta de que otras dos chicas nos miraban, una morenita y otra pelirroja. Hice contacto visual con la pelirroja. La había visto antes, pero no tuve la oportunidad de mirarla bien. Me pego un repaso por todo el cuerpo mientras se mordía ligeramente el labio, y me sonroje ligeramente.

Subconsciente
*Que! Porque me he sonrojado, me tiemblan hasta las manos. Nunca me pasa esto, sera porque necesito correr.*

—Mírame a los ojos no?— La había pillado completamente. Se sonrojo y no pude evitar sentirme orgullosa de mi. Punto para Raven.

—Tu ten mas cuidado por donde andas no? Que casi tiras a mi amiga.— Contraatacó la pelirroja. Le dedique una sonrisa picara, si quería jugar, íbamos a jugar.

—Ya te gustaría que me hubiera tropezado contigo pelirroja.— Me acerqué y le guiñe un ojo mientras pasaba de largo y empezaba a correr.

—Pero tu quien te crees!— La oí gritar desde lejos. El resto del camino corrí con una sonrisa tonta en la cara. No era algo nuevo que me gustaba coquetear con chicas, lo hacia cada rato, era como un hobby. No se quien era esa chica pero sin duda seria divertido jugar un poco con ella.

PelirrojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora