El domador de Kim Taehyung

FLORES Y ALGO MÁS

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[POV TAEHYUNG]

Después de aquella vergonzosa conversación con su padre durante la mañana, en dónde le había brindado miles de consejos para su primera cita, Taehyung por fin pudo liberarse de él y se encontraba nervioso caminando por las calles de Seúl sin un rumbo fijo, siendo acompañado por Min, quien hasta cierto punto comenzaba a considerar su vida, si es que realmente era un niñero o guardaespaldas del menor.

Ambos charlaban cosas triviales, como la próxima línea de verano que el alfa modelaría o que tendría que trabajar en un proyecto junto a Jungkook y aunque esto último no le agradaba en su totalidad, Min tenía que escuchar sus quejas y berrinches.

[Taehyung]- Es que no puedo creer que papá optará por juntarme con él.

[Yoongi]- Porque ambos son buenos en su trabajo, aunque él es más agradable que tú.

En un acto de victimizarse, el alfa llevo sus manos a su pecho, dándole un toque melancólico a su voz.

[Taehyung]- Entonces deberías ir y ser su amigo si es tan agradable como dices.

Min arqueo una ceja y luego suspiro frustrado, algunas veces le hartaba la actitud del menor que quería darle un golpe y únicamente se convencía para no hacerlo porque el rostro de este le generaba dinero, tal vez se arrepentía de invertir en él.

[Yoongi]- No es mala idea, tal vez con él si tenga cosas en común y seamos mejores amigos.

[Taehyung]- si, abandona a quien te ha querido durante años, ¿y sabes qué? Yo también te reemplazare, es más, ahora mi mejor amigo será Jimin.

Un pequeño sonido les interrumpió en su pelea infantil y les hizo a ambos girar su rostro, notando la presencia de un acogedor local, lo que parecía ser una floristería, haciendo a Tae observar más del lugar, era lindo, que sin más camino hasta la puerta, colocó su mano sobre la perilla y se detuvo un momento antes de ingresar, dejando afuera a Yoongi con las palabras en la boca, no era necesario mencionar que el beta sabía a quien pertenecía dicho establecimiento, solo rogaba que no se encontrará con él propietario, su cabeza no estaba lista para más berrinches.

Para Taehyung le fue nostálgico el encontrarse con dicho lugar, era la primera vez que le veía y eso que las calles de Seúl creía conocerlas como la palma de su mano. Giro la perilla de la puerta e ingreso, siendo bienvenido por el sonido de una campanita que colgaba de la misma puerta, rápidamente se sintió asombrado, el interior era aún más hermoso de lo que pensaba, cientos de plantas adornaban el lugar, cada rincón de el al igual que varias flores que le brindaban un rico y frondoso aroma, dulce, suave y cálido, un aroma como girasoles, rosas... Manzanas y extrañamente a vino tinto, dejavu.

Un joven rubio que estaba en el mostrador levanto su rostro para darle una hermosa y cálida bienvenida, pero rápidamente sus facciones cambiaron, haciendo que sus lindos ojos se entréabrieran un poco más, las arrugas de su frente fueran notorias y sus palabras no fueran dulces si no llenas de desagrado y Tae solo pudo pensar que había invocado al diablo pues solo habían pasado minutos desde que había mencionado su nombre.

[Jimin]- ¿Qué haces aquí Kim?

[Taehyung]- creo que esa es mi pregunta Park, ¿finalmente renunciaste del modelaje para hacer esto?

[Jimin] Ja ja ja muy gracioso de tu parte, lamentablemente para ti aún no renuncio, tendrás que trabajar a mi lado por el resto de tu vida.

El Omega saco la lengua en un pequeño berrinche que solo hizo sonreír a Kim, aunque pareciera que no se llevarán bien, después de su conversación en París, ambos aprendieron a soportarse más de lo que podrían pensar y tal vez y solo tal vez el rubio trataba de dejar de lado el recuerdo de los malos tratos que en el pasado había recibido de ese hombre que ahora le sonreía.