Capitulo 53 ✞︎Sᴏᴍʙʀᴀ✞︎

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༒︎

𝐄𝐋𝐈𝐀

— ¿Qué significa eso? — cuestione mirando con cuidado los pétalos de la flor amarilla.

— Si fuera por mi te daría una rosa negra aunque dada la fecha opte por no hacerlo— aclaró animado — Se me da bien ser romántico ¿Verdad?

— En pocas palabras te volviste un profesional romántico —lo beso en la boca, abre paso a su lengua que hace contacto con la mía tibia y juega con ella provocando que ría — Me encantas mi amor.

— Tu me encantas más — agarra mi nuca  con una mano y la otra en mi trasero sorprendiendome, a la vez me devora la boca con desespero y deseo — Vamos a cenar, debes tener hambre y comer algo sano no como la chatarra que se te ocurrio comer hacer diez horas.

— Tu accediste a dármelo además de eso te ofreciste a ir a comprarmelo.

— Bien tu ganas — se rinde ante mí.

— Hiciste bien por qué no me ganarás en nada — me burlé.

— Elegí las flores amarillas por qué tienen un significado especial — me regala más flores amarillas, parándose firme frente a mi— Amor y alegría, es lo quiero que tengas conmigo Elia y me encargare de hacerlo.

— Se ve delicioso — dije mirando la mesa llena de comida ignorando lo que acaba de decirme aunque lo escuché Pero ahora mismo tengo antojos de embarazadas.

En el centró esta una mesa adornada con elegancia. La cubierta de la mesa es negro. Vários platillos por lo que noto algunos son japonés y francés Ratatouille y macarrones.

— Come todo lo que quieras — me ayudo con la silla.

No había necesidad de decirme eso porque me ha dado tanta ganas de comer los macarrones. Al costado de ellos están los sashimi y sushi.

Uhg....odio el sashimi.

— ¿Porque no está el ramen? — pregunte aunque más bien fue un reclamo — no comeré el sashimi ni el sushi.

— De acuerdo lo haré yo — lo miro desconcertada — ¿Que?

— Tu no entiendes a las embarazadas — lo mire mal y Slavik se me queda viendo lo ignoro sirviendome el Ratatouille.

Enpese a comer ignorandolo, odio estos malditos problemas de embarazada.

No dejaré que me vuelva a embarazar. Y a Atlas será mejor que se esconda muy bien porque lo voy a matar.

— La próxima lo tendré encuenta — susurra con calma asustadizo — lo prometo printsessa.

— Come que la comida se enfría, luego no me culpes que lo comí todo yo porque son ellos — señales con mis ojos hacia mi vientre a lo que el sonríe ampliamente para después comer con una sonrisa.

El penthouse es elegante, con vistas panorámicas de la ciudad iluminada por las luces nocturnas, la luz de las velas parpadea suavemente, reflejándose en los ventanales de piso a techo. Las paredes están adornadas con obras de arte modernas y cortinas de terciopelo gris que caen pesadamente hasta el suelo. En el centro de la sala, un piano de cola blanco brilla bajo la tenue iluminación, sus teclas de marfil reluciendo con un brillo suave.

—¿Sabes cómo tocar?

— Exactamente ¿Qué cosa? — planteó, el gris de sus ojos brillan repasando de los pies a la cabeza con su mirada lujuriosa.
Ladeo la cabeza y mis labios en una sonrisa retadora.

— Todas las cosas que puedas llegar a imaginar ruso — enarque una ceja viendolo fijo a lo que él muerde su labio inferior reprimiendo esa sonrisa encantadora — ¿Qué canción es?

𝐌𝐚𝐥𝐝𝐢𝐭𝐚 𝐁𝐞𝐧𝐝𝐢𝐭𝐚 © ✔︎ [en CORRECCIONES]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora