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—Y luego, ¡me pidió perdón antes de besarme! —Hao le contaba con total emoción a su amigo, lo que ocurrió hace un par de días —se nota que es un gran hombre, Ricky

—No puedo creer que haya hecho eso, pensé que sólo estabas alucinando

—¿Cómo voy a alucinar con esas cosas?, yo sé perfectamente cuando le gusto a alguien

—Ajá... —una mueca de inconformidad se asomó —¿no se te hace raro que le gustes cuando llevas poco tiempo trabajando con él?, ¿cuántos meses vas?

—Muy pronto cumpliré dos meses en esa casa, pero ahora con una nueva relación con Hanbin

—¿No dijiste que esposa falleció hace un año?, ¿y si sólo te está usando para olvidarla?

—Claro que no

—Escucha, Hao... puede que él no haya superado el luto por completo y tenga la necesidad en meterse con la primera persona que se le cruce

—No se ve como alguien que haga eso...

—Bueno, espero que no salga mal, porque no quiero estarte diciendo "te lo dije" a cada rato

—Te prometo que tendré cuidado, además, con alguien como él no creo que pase

—Eres joven, Hao, las personas mayores sólo buscan aprovecharse de los más jóvenes

Sus palabras lo hacían reemplantearse las cosas, pero pensó que si tenía la oportunidad de estar con él, la tenía que tomar, si es que salía mal, al menos lo recordaría como un anécdota en el futuro.

...

Pero lo que al inicio comenzó como algo casual, se empezó a volver más serio, Hao desarrolló sentimientos fuertes por él. Era joven, y cuando se enamoraba, lo hacía de una manera intensa.

Cuando el castaño volvió a casa junto a Jihyun, su padre no estaba, y había dejado una nota en la que decía que tuvo una cita, además de poner que había dejado comida, ya que volvería en la noche.

La pequeña estaba tan hiperactiva que tuvieron que salir al parque, en la que correteó, jugó e hizo algunas amigas. Después volvieron a casa para comer, y como si ropa estaba sucia, la puso a lavar y también llenó una tina de agua para bañarla ahí.

—¿Puedo jugar con mis muñecas en el agua, tío Hao?

—Claro que sí —las buscó y se las dio

Le preparó comida de nuevo, jugaron mientras pintaban o tocaban el pequeño piano de juguete que tenía. Y después de una tarde agotadora, finalmente se durmió. Así también, como siempre, Hao esperó a que el señor Sung viniera.

Sus ojos se cerraron justo antes de que este llegara, pero se despertó poco después cuando se acostó recién bañado a su lado y se giró hacia él para hablarle.

—¿Jihyun duerme siempre en su cama, señor Sung?

—A ella... le gusta dormir conmigo, le gusta sentir que alguien está acostado a su lado

—Ya veo... —sonrió devolviendo su mirada a la pequeña

—Gracias por quedarte, Hao...

—No tiene que agradecerme tanto, señor Sung —sonrió —es mi trabajo, me gusta hacerlo bien y no dejaré sola a Jihyun hasta que usted no esté aquí

Hanbin simplemente sonrió antes sus palabras, sin quitar la vista de sus ojos. De un impulso, poco a poco se fue acercando, como si algo en su interior lo arrastrara hacia el contrario.

babysitter • haobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora