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El señor Sung llegó tarde a casa, todas las luces estaban apagadas, cosa que le sorprendió porque todavía eran las 9, y su hija no solía dormir temprano. Sin embargo, cuando se acercó a su habitación, la encontró echada en la cama junto a aquel chico.

Sonrió ante el acto y se acercó a él tratando de despertarlo, moviéndolo con suavidad, notando como este pegó un ligero salto ante el susto. Pero Hanbin hizo un ademán de silencio para evitar que Jihyun se despierte.

—Gracias por quedarte —susurró

El contrario hizo una reverencia y se levantó de la cama siguiendo al pelinegro hacia la sala para despedirse.

—Aún sobró comida, señor

—Muchas gracias por esto, en serio, ¿cómo quieres que te lo compense?

—No, no es necesario que lo haga —sonrió —es lo menos que puedo hacer al saber que usted trabaja y no tiene tiempo de cuidar a Jihyun

—El trabajo en la oficina es complicado —suspiró sentándose en el sofá —creo que mi jefe está pensando en despedirme, llevo varios días llegando tarde

—Lo siento mucho, debí despertarme más temprano...

—No te preocupes, no es tu culpa, en realidad esto lo llevo pasando desde antes... —bajó la mirada recordando semanas antes de que Hao llegara —me iba a trabajar cuando ella dormía y trataba de volver temprano, pero aún así la encontraba llorando... me sentía muy mal, creía que era un mal padre por abandonarla

—No la abandonabas —se sentó a su lado —sólo ibas a trabajar, cuando sea grande lo va a entender...

—Pero todavía no es grande... y no quiero que pase su infancia pensando que no le doy el tiempo requerido...

—Señor... —apoyó su mano en su hombro —si ella piensa eso, le haré entender que no es así, que trabaja para mantenerla y porque la quiere

—Gracias... —una sonrisa agridulce se marcó en sus comisuras —cuando colgué ese anuncio en el que puse que necesitaba niñera, nadie le hizo caso, eres la única persona que me contactó, me salvaste la vida

—Me puede llamar cuando sea... —sonrió en respuesta

Hao lo miró fijamente a los ojos tiernamente, se veía que era un hombre que quería mucho a su hija, y que haría cualquier cosa por ella.

—Es tarde, ya deberías irte... —sacó su billetera y le dio el dinero — ¿vives lejos?, ¿quieres que te lleve?

—Oh, no, vivo por aquí cerca... si corro llego en 30 segundos

—Bien... cuídate

—Usted también, cuídese... y cuide a Jihyun...

Agitó su mano al despedirse y mientras bajaba por la calle, escuchó como él cerraba la puerta. Estaba todo oscuro, por lo que realmente empezó a correr para llegar más rápido a casa.

Al llegar, abrió el sobre en el que se encontraba el dinero, eran mil dólares, cosa que le pareció demasiado, a pesar que le haya dicho que no era necesario. Con eso pudo comprarse varios muebles, logrando que el lugar en donde se quedaba se viera más bonito.

Ya tenía casi todo lo que necesitaba, pero el dinero ya se había acabado, y con eso se compró un paquete de ramen.

Ya tenía casi todo lo que necesitaba, pero el dinero ya se había acabado, y con eso se compró un paquete de ramen

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babysitter • haobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora