babysitter • haobin

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Hao no le volvió a escribir, dándose cuenta que Hanbin tampoco lo hizo. Esperó demasiado de él, sin duda. Por lo que en las clases semanales, como forma de respuesta prefería dormir o estar en su celular mientras este explicaba.

Sin embargo, Ricky le seguía hablando para hacerle preguntas de las clases y el pelirrojo siempre se justificaba diciendo que era el profesor y que los problemas personas entre ellos no tiene nada que ver con sus notas. Quizás tenía razón, pero no le dio muchas vueltas al asunto.

En el receso salía junto a su amigo y Soobin, quien se había sumado al grupo y era totalmente divertido. El castaño se dio cuenta que compartía muchas cosas con él. Tanto en edad, gustos musicales, como videojuegos, ropa y comida. Fue interesante y poco a poco se acercaba más a él.

Aunque de alguna manera, fue divertido ver las ligeras caras de celos que hacía el profesor Sung al verlos conversar tanto tiempo juntos. Pero Hao pensó que era su culpa por no hablarle.

—¿Notaste la cara que puso el señor Sung cuando me vio caminando con Soobin? —preguntaba a su amigo después de salir de clases

—Hao, ya supéralo, han pasado varias semanas desde que no te llama, pero todos los días hablas de él

—¿Cómo voy a superarlo y todos los malditos lunes le tengo que ver la cara?

—Te dije que no te metieras con alguien mayor

—Me dijiste que estaba bien porque se veía joven

—Eso era un broma, Hao... no lo decía en serio, pero en verdad, ese hombre no me da confianza, ignóralo todo lo que puedas, ¿sí?

Ojalá los consejos de Ricky fueran tan fáciles de seguir, ya que cada vez que él llegaba al salón, el menor buscaba formas de llamar su atención para hacerse el interesante.

Hasta que un día...

—Hao, ¿puedes acercarte? —dijo sin quitarle la vista a los papeles entre sus manos

—¿Qué? —se acercó. El salón estaba vacío ya que todos se habían ido a casa y su amigo no había venido como pata irse con él

—Tu rendimiento ha bajado demasiado desde el primer examen, ¿qué piensas hacer al respecto?

—Usted dígame... para eso es profesor, ¿no?

El contrario frunció el ceño ante su actitud arrogante. Sabía que le pasaba y pensó que era el mejor momento para hablar con él.

—Sé por qué estás de esa forma, Hao

—Usted no sabe nada

—Fue por como te respondí ese mensaje hace unas semanas, ¿verdad? —preguntó y el castaño se quedó callado dando a entender que si era eso —no fue nada personal contra ti, Hao, fue porque pasaron cosas que arruinaron el resto de mi día

—¿Y por eso te desquitas conmigo?, ¿soy tu juguete acaso?

—No, Hao... no eres un juguete, yo jamás te vi como eso —suspiró —es sólo que odio que las personas que no me conocen se expresen de mí... y bueno, supongo que también odio que esas mismas personas tenga razón

—¿Razón en qué?

—En que tengo una relación un chico mucho menor que yo

—¿Eso dice la gente? —bajó la mirada

—Sí —sonrió ligeramente —si no te conté antes era porque no quería involucrarte pero ya no puedo más, la señora Park es una persona muy chismosa, siempre que llego a mi casa está hablando mal de mí con sus amigas de cualquier mínima cosa que hago