Chocando con el destino | Lando Norris

Magico

El sol apenas había comenzado a iluminar el paddock cuando llego a las instalaciones de Mercedes a hacer lo que mejor se, un pequeño reportaje para ESPN algo que los fans aman, es un miércoles tranquilo se aproximaban la practicas . Como periodista acreditada y con años de experiencia cubriendo la Fórmula 1, mis días empiezan temprano, y hoy no era la excepción. Apenas pongo un pie en el motorhome del equipo, soy recibida con sonrisas y bromas. me siento parte de la familia Mercedes, todo lo que les pueda ayudar que yo sepa siempre se lo cuento a Toto ganándome ese lugar a través de mi carisma y profesionalismo.

-¡Tatiana, justo a tiempo para el café!" dijo James, uno de los ingenieros del equipo, mientras me extendía una taza.

-"Sabes que no empiezo mi día sin uno", respondí sonriendo, aceptando el café y acomodándome en una mesa cercana. Mientras tomaba un sorbo preparándome, Toto apareció en la puerta con su habitual aire de autoridad, pero al verme, sus labios se curvaron en una sonrisa cálida. "

-¿No me puedo deshacer de ti eh?", exclamo de una manera sarcástica

Toto siempre había sido una figura especial en mi vida, casi como un hermano mayor aunque el este mucho mas viejo eh. Compartimos bromas privadas y una complicidad que muchos no entendían del todo.

-sabes quien copio tu alerón flexible verdad?

T-adivino...los muertos de hambre de Ferrari.

-Nop

T-Los hijos gays de Horner?

-Los color papaya caducada.

T-dime que es una broma..

-Ojala lo fueran Torger, No tengo la menor idea de como replicaron exactamente el diseño

Mi palabra es interrumpida por Lewis -No pensabas en saludarme tu? y de que chismean sin mi eh?

T-De los papayas y como nos copiaron el alerón.

Lewis respondía con una facción de odio en su rostro..-Odio a ese tal Lando es un maldito grosero, se cree la gran mierda ese estúpido es un chiste andante.

-Porque dices eso de el?

L-Adivinare... Lo defiendes porque te parece guapo verdad?

-¡ESA COSA JAMAS ME PARECERIA GUAPO LEWIS...! Solo quería saber porque lo dices..

L-la manera como me respondiste me hace pensar con mas razón que te gusta pero bueno. La razón es una larga historia que luego te cuento, Y para que venias?

-ESPN me pidió hacer un reportaje acerca de su estrategia para este circuito debido a que hará mucha calor este sábado.

T-Puedes ir con los mecánicos, los escuche hablar sobre eso

-ok toto gracias.me retiro cualquier otra cosa les notifico

me encontraba en el garaje, tomando notas mientras los mecánicos ajustaban el coche para la primera sesión de entrenamientos libres y el calor exuberante de Miami. A pesar de la frenética actividad a mi alrededor, me sentía en casa. Los mecánicos me hacían comentarios amistosos sobre las últimas noticias que había publicado, y les respondía con consejos sobre cómo evitar las cámaras, amo ayudar a el equipo que me vio crecer

"-¿Estás segura de que no quieres unirte al equipo como estratega?", bromeaban, mientras me reía y les asegurabas que el periodismo era mi verdadera pasión, aunque el mundo de las carreras era tu vida.

Después de terminar mi conversación con Toto y el equipo de Mercedes, di un último sorbo a mi café y me dispuse a salir del garaje era muy de tarde y debía tener ese reportaje listo para hoy. Mientras caminaba por el paddock, mi mirada se cruzó inesperadamente con la de Lando Norris,(ñoño Norris según Lewis) quien estaba apoyado en la pared del garaje de McLaren, conversando animadamente con su equipo. Durante un breve momento, nuestros ojos se encontraron y, en una fracción de segundo, Lando me dedicó un guiño juguetón, acompañado de esa sonrisa traviesa que siempre lleva consigo. Me quedé un instante perpleja, pero no pude evitar que una ligera sonrisa apareciera en mi rostro. Sin querer darle más importancia, me giré disimuladamente, sintiendo el calor en mis mejillas, mientras seguía caminando. Sabía que algo en esa pequeña interacción había cambiado el tono del día, aunque aún no podía descifrar por completo qué significaba.

Esa noche, mientras intentaba trabajar en el reportaje, no podía dejar de dar vueltas en mi cabeza. Por más que lo intentaba, mi mente volvía una y otra vez al mismo momento: el guiño de Lando. ¿Qué había querido decir con eso? ¿Fue una simple broma, o acaso había algo más detrás de esa sonrisa tan característica? Me repetí una y mil veces que no significaba nada, que no debía darle más importancia, pero mi mente no quería cooperar. Cada vez que cerraba los ojos, lo veía de nuevo, esa mirada intensa, ese gesto casual que parecía cargar más peso del que debería. Las horas pasaban y yo seguía atrapada en ese instante, incapaz de apagar los pensamientos que corrían por mi cabeza. El simple hecho de que un guiño me hubiera dejado así me frustraba, pero al mismo tiempo, había algo en esa interacción que no podía ignorar. No sabía que era pero sentía una sensación extraña en el estomago que no sentía desde la primaria...