Chocando con el destino | Lando Norris

Mi mayor consejera..

Después de que Toto y George subieran las escaleras, dejándome con Sussie en la sala de estar iluminada solo por la suave luz de las lámparas, ella se sentó a mi lado en el sofá, con esa típica sonrisa maternal que siempre me hacía sentir como en casa. Me entregó una taza de té caliente y se acomodó, claramente preparándose para una charla más seria.

"Nayara, cariño", comenzó, con su tono cálido y cariñoso, "Toto y George se divierten, pero quiero que hablemos un poco más de esto, ¿te parece?" La miré, ya sintiendo por dónde venía la conversación, y asentí lentamente.

"Lo que pasa con Lando... bueno, ya hemos bromeado bastante hoy, pero es obvio que hay algo más entre ustedes, algo que va más allá de simples mensajes juguetones", continuó, tomando un sorbo de su té antes de posar su mano sobre la mía con ternura. "He visto cómo lo miras, y aunque intentas disimularlo, también he visto cuánto te importa."

Mis mejillas se sonrojaron un poco al escuchar sus palabras, pero sabía que no podía esconder la verdad de Sussie, ella siempre había sido como una madre para mí, entendiendo mis emociones incluso antes de que yo misma las reconociera.

"¿Sabes, Nayara?", dijo con una sonrisa más suave. "Toto y yo pasamos por algo parecido cuando empezábamos. Hubo momentos en que todo parecía una montaña rusa, especialmente con nuestras carreras y el caos que nos rodeaba. Pero lo importante es que nunca dejamos de hablar. Nunca dejamos que el orgullo o el miedo "Nos impidieron decir lo que realmente sentíamos."

La escuché con atención, sintiendo cómo su sabiduría me ayudaba a poner en perspectiva todo lo que había pasado con Lando. "Es obvio que él siente algo fuerte por ti", continuó, esta vez con una sonrisa más traviesa. "Se nota en cada mirada, en cada mensaje descartado. Lando no es del tipo que se pone celoso sin razón, y menos de alguien como Jude o Gaby, si no fuera porque realmente le importas."

Suspiré, jugando con la taza entre mis manos, mientras intentaba poner en palabras lo que sentía. "Sussie no sé. Es que todo ha sido tan complicado. A veces siento que Lando solo se deja llevar por el momento y luego... no sé si lo que hacemos o decimos es real o simplemente parte del juego", Admití, sintiéndome más vulnerable al decirlo en voz alta.

Sussie me presionó la mano con más fuerza. "Es real, Nayara. Si no lo fuera, no estarías aquí sentada preocupada por todo esto. Y Lando tampoco se pondría así de celoso o insistente contigo. Pero necesitas dejar de lado ese miedo y hablar con él, de verdad. Hablar de lo que sientes, de lo que esperas... Y sí, tal vez incluso hablar de lo que quieres para el futuro."

La miré, asintiendo lentamente. "¿Crees que Lando realmente está listo para algo más serio? A veces parece tan... inmaduro", dije con una risa nerviosa.

Sussie sonriendo con ternura. "Lando es joven, pero eso no significa que no pueda estar listo para algo real. Solo necesitas darle la oportunidad de demostrarlo. Pero eso también significa que tú tendrás que abrirte un poco más. No solo jugar el juego de las bromas o los mensajes picantes", añadió con un guiño. "A veces, detrás de esa picardía, están las respuestas que buscas."

Nos quedamos en silencio por unos momentos, ambas sumidas en nuestros pensamientos, hasta que Sussie se inclinó hacia mí y me dio un beso en la frente, como lo haría una madre con su hija. "No tengas miedo de seguir tu corazón, Nayara. Y si Lando es el que quieres, ve por él. Pero hazlo con el mismo coraje y la misma pasión con la que siempre ha afrontado todo lo demás en tu vida."

Después de nuestra conversación más seria, Sussie hizo una pausa, observándome con esa mezcla de ternura y picardía que ya empezaba a reconocer. Su sonrisa se ensanchó un poco, como si estuviera debatiendo internamente si decir algo más. Finalmente, no pudo contenerse y, con una pequeña risa, decidió continuar.