Chocando con el destino | Lando Norris

Testosterona.

La testosterona...La testosterona es la principal hormona sexual masculina y el andrógeno en los hombres. En los seres humanos, la testosterona desempeña un papel fundamental en el desarrollo de los tejidos reproductivos masculinos, como los testículos y la próstata, además de promover las características sexuales secundarias, como el aumento de la masa muscular y ósea y el crecimiento del vello corporal. Definitivamente a los futbolistas les sobra testosterona...en especial como hormona sexual

Día tras día, me iba sumergiendo más en el mundo de LaLiga, descubriendo un ritmo completamente distinto al que estaba acostumbrada. Narrar los partidos, cubrir entrenamientos, hacer entrevistas y compartir en ruedas de prensa se volvió a mi rutina diaria , aunque siempre con un toque de tensión en el aire, como si las cosas pudieran cambiar en cualquier momento. Mis colegas periodistas y yo nos hacíamos cada vez más cercanos , compartiendo risas y comentarios entre los tiempos muertos, y poco a poco me iba haciendo un nombre, un símbolo de respeto en ese entorno lleno de figuras estelares.

Sabía cómo tratar a los jugadores con una mezcla perfecta de profesionalismo y carisma, algo que aprendí desde mis días en la Fórmula 1. Con los futbolistas, me gané un respeto inusual, incluso en un ambiente donde las bromas subidas de tono eran parte de la dinámica diaria . Cada vez que pasaba por los vestuarios o los campos de entrenamiento, sentía que todas las miradas se dirigían hacia mí. Podía notar el interés en sus ojos, esa curiosidad que muchos de ellos no se molestaban en disimular. Sin embargo, no quería que lo que me pasó con Lando Norris se repitiera aquí .

La era de Jude Bellingham, quizás, el más insistente. Siempre encontré la manera de cruzarse en mi camino, a veces de forma tan evidente que me hacía reír internamente . Un día, después de una conferencia de prensa, me esperó junto a la puerta del salón, recargado en la pared con una sonrisa traviesa. "Te vi viendo el partido muy atenta hoy, Tatiana", comentó mientras me acompañaba hacia la salida. "Si me sigues mirando así, voy a pensar que vienes solo por mí y no por el reportaje". Su tono de voz era juguetón, pero había una carga de intenciones en sus palabras que no podía ignorar .

Por otro lado, Ferran el tiburón no dejaba de hacer comentarios que subían de nivel con cada encuentro. Durante un almuerzo con los jugadores, se sentó frente a mí y, mientras jugaba distraídamente con su tenedor, me soltó de la nada: "Si alguna vez te aburres de escribir sobre fútbol, ​​siempre podemos hacer algo más divertido. No sé, algo más... íntimo" . Intenté mantener la compostura, pero su comentario había sido tan directo que todos en la mesa se rieron, dejándome en medio de su atención, roja como un tomate, pero respondiendo con una sonrisa forzada: "Tendré eso en cuenta...".

Gavi el niño tímido tenía un enfoque diferente, más sutil pero igual de impactante . Durante una entrevista en uno de los entrenamientos, mientras el equipo estaba haciendo algunos ejercicios, me miró de reojo y emocionada. "Siempre es un placer cuando tú haces las preguntas", comentó antes de girarse hacia la cámara, dejando la frase en el aire. Después de la grabación, cuando nos quedamos a solas, me dijo en voz baja: "Te apuesto que no has visto algo tan emocionante ni en la F1... pero si quieres te puedo dar un tour más personalizado". Su tono era insinuante, y aunque intentaba bromear, había un brillo en sus ojos que sugería algo más .

Cada día era un delicado juego de equilibrio entre mantener mi profesionalismo y lidiar con estas interacciones llenas de dobles intenciones . En más de una ocasión me preguntaba si debía dejar que las cosas fluyeran, como lo hice con Lando, pero rápidamente me recordaba lo que sucedió en la Fórmula 1. No podía permitirme que lo mismo se repitiera aquí, no quería volver a caer en esa tentación, especialmente cuando sabía que en el mundo del fútbol, ​​las repercusiones podían ser aún mayores .

Sin embargo, los comentarios nunca cesaban . Siempre había alguna broma que quirúrgica en los momentos más inesperados. Incluso durante las entrevistas más serias, Jude no podía resistirse a soltar alguna frase que dejara entrever sus intenciones. "¿Qué tal si después de esto, vamos por unas copas? Podríamos hablar de tácticas... o de lo que quieras", dijo en una ocasión, sabiendo que estaba siendo grabado. Yo me limité a sonreír y cambiar el tema, pero por dentro me reía de la situación.

Y así, día tras día, seguí estableciendo mi lugar en LaLiga, convirtiéndome en una figura respetada y admirada , no solo por los periodistas y jugadores, sino también por los técnicos y el equipo que rodeaba el mundo del fútbol. Mis reportajes se hacían cada vez más relevantes, y aunque las bromas nunca cesaban, sabía que el respeto que había logrado era real.

Los jugadores me querían cerca, eso estaba claro, pero siempre mantenía una línea que intentaba no cruzar , aunque no siempre era fácil. Pedri, Fermín y Jude parecían competir entre ellos para ver quién lograba sacarme una sonrisa o una respuesta más allá de lo profesional. Era como estar en el ojo de un huracán de testosterona y coqueteos . Pero, por encima de todo, sabía que debía mantenerme firme, porque lo que pasó con Lando me había enseñado una valiosa lección . Aquí, no podía dejarme llevar tan fácilmente... o al menos, eso intentaba convencerme.