Netflix

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Mientras me alejaba de la casa de Sussie y Toto, sintiendo un torbellino de emociones, mi teléfono vibró en el bolsillo. Al mirarlo, vi que era un mensaje de Lando: "¿Quieres venir un rato a mi casa, Nay? Quizás a ver Netflix."

Un escalofrío de emoción recorrió mi cuerpo. Era como si cada parte de mí se iluminara ante la idea de pasar tiempo con él. Sin pensarlo dos veces, le respondí que sí, aunque en mi defensa, estaba ovulando, lo que hacía que la invitación pareciera aún más tentadora. Después de todo, había algo entre nosotros que me hacía sentir viva, y esa conexión era difícil de ignorar.

Mientras esperaba el taxi, mi mente se llenó de pensamientos sobre lo que podría suceder esa noche. ¿Veríamos una película romántica? ¿Tendría la oportunidad de estar cerca de él, quizás incluso compartir un par de risas? La idea de acurrucarme en el sofá de su casa, bajo una manta, me hacía sonreír.

El taxi llegó y, aunque la distancia hasta su casa parecía larga, mi corazón latía con la emoción de lo que estaba por venir. La noche prometía ser interesante, y yo estaba lista para descubrir hasta dónde podría llevarme todo esto.

Al llegar a la casa de Lando, una mezcla de nerviosismo y emoción me invadió. La puerta se abrió y allí estaba él, con esa sonrisa encantadora que siempre hacía que mi corazón se acelerara.  me saludó con entusiasmo, dándome la bienvenida dentro. El ambiente era cálido y acogedor, y un suave aroma a palomitas recién hechas flotaba en el aire.

Entré y me di cuenta de que su sala estaba decorada de manera sencilla pero con buen gusto. Un enorme sofá ocupaba el centro, y la pantalla de televisión mostraba el menú de Netflix. "He preparado un par de cosas para picar, espero que tengas hambre", dijo, guiñándome un ojo mientras señalaba la mesa repleta de snacks.

Me senté en el sofá, sintiendo la adrenalina recorrer mi cuerpo, y él se acomodó a mi lado. La cercanía provocó una corriente de energía entre nosotros, una conexión que era difícil de ignorar. Comenzamos a ver una película, pero mi mente estaba lejos del argumento. Cada vez que Lando se reía o hacía un comentario ingenioso, mi estómago se llenaba de mariposas.

"Así que, Nayara, ¿qué película has elegido para nosotros esta vez? Espero que no sea otra de esas románticas que me hacen cuestionar mis habilidades de piloto," bromeó, su voz entrecortada por una risa suave.

"Solo una pequeña dosis de drama y un poco de acción, nada demasiado serio," respondí, tratando de ocultar la anticipación que sentía. "Y, por favor, Lando, no uses eso como excusa para hacerme un chiste sobre mis habilidades en el sofá."

"¿Quién necesita chistes cuando tengo algo más divertido en mente?" dijo, sonriendo de forma traviesa mientras se acomodaba más cerca de mí. La pantalla comenzó a brillar, pero mi atención se centró en él.

"¿Te imaginas que algún día tengamos una película sobre nosotros? Sería épico, con un guion lleno de drama, un toque de romance y, por supuesto, un protagonista que es un piloto increíblemente atractivo," dije, provocándolo.

Lando rió, su mirada se volvió intensa. "Oh, definitivamente tengo que ser yo, pero sólo si tú interpretas el papel principal. No puedo imaginar a nadie más que tú junto a mí en esa historia."

"Quizás la historia termine siendo algo más que solo un guion," le respondí con picardía, acercándome un poco más, sintiendo la calidez de su cuerpo cerca del mío.

Mientras la película comenzaba, Lando me lanzó una mirada juguetona. "No te distraigas demasiado con la película, Nayara. Es fácil perderse cuando tienes a alguien tan... carismático al lado."

"¿Carismático? Yo diría que eres más bien un experto en robar corazones," le respondí, saboreando la tensión entre nosotros. Con cada palabra, la atmósfera se cargaba de deseo y emoción.

Chocando con el destino | Lando NorrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora