Acción trae una reacción.

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Días después del incidente con Lando, las noticias comenzaron a circular, pero yo, ingenua, creí que eran solo rumores pasajeros. Aparentemente, no lo eran. Los susurros entre el personal del paddock, las miradas extrañas, las sonrisas contenidas... todo indicaba que algo estaba cocinándose a mis espaldas. Pero nunca imaginé que mi jefe, ese hombre que siempre había confiado en mí, sería quien terminaría de hundir mi carrera.

La llamada llegó mientras repasaba mis notas para una próxima entrevista. La pantalla de mi móvil brillaba con su nombre, y en cuanto atendí, sentí el peso de su voz, cargada de decepción, más fría de lo que jamás la había escuchado.

—Nayara, tenemos que hablar —comenzó, sin un saludo previo, directo, seco—. Sé lo que pasó con Lando.

Un escalofrío recorrió mi espalda. No era solo un rumor, no era una broma del paddock. Ahora era real, y había llegado hasta la cima. El tono de mi jefe no dejaba lugar a dudas de lo que vendría a continuación.

—No puedo creer que hayas comprometido tu posición de esta manera. Tienes que entender la gravedad de lo que has hecho. La Fórmula 1 no es un circo de rumores ni de juegos personales —continuó, cada palabra un golpe, cada acusación hundiéndome más—. No se trata solo de ti, Nayara, sino de la imagen de nuestro equipo, de la profesionalidad que siempre hemos exigido.

Intenté interrumpirlo, decir algo, cualquier cosa para explicar lo que realmente había sucedido, pero me quedé sin palabras. Mi mente corría a mil por hora, buscando alguna justificación válida, algún argumento que pudiera salvarme. Pero todo lo que había construido durante años estaba en peligro, y lo sabía.

—Lo siento, pero ya no puedo mantenerte en el equipo de Fórmula 1 —sentenció, con una frialdad que me dejó helada—. He decidido trasladarte a cubrir la Fórmula 1 Academy y LALIGA.

El silencio que siguió fue ensordecedor. Era como si todo el aire en la habitación hubiera sido succionado de golpe. Me habían relegado. De la cima de la Fórmula 1, donde había trabajado codo a codo con los mejores pilotos y los equipos más prestigiosos, ahora estaba siendo enviada a cubrir ligas juveniles y fútbol. El descenso era brutal, una humillación que nunca vi venir.

—Esto no tiene que ser el fin de tu carrera, Nayara —intentó suavizar, aunque su tono seguía siendo distante—. Pero debes recuperar la confianza de la organización. Necesitamos que te concentres en tu trabajo, lejos de cualquier distracción... como la que ocurrió con Lando.

La mención de su nombre fue como una daga clavándose en mi pecho. Las imágenes de aquella noche, las miradas intensas, el acercamiento, todo lo que habíamos compartido... se mezclaban ahora con la realidad de mi caída. Mi carrera, mi reputación, todo se desmoronaba frente a mí. Quise gritar, justificarme, decir que no fue nada, que todo había sido malinterpretado, pero las palabras no salían.

—Espero que aproveches esta oportunidad —fue lo último que dijo antes de colgar, dejándome con el sonido del teléfono en la mano y una sensación de vacío abrumadora.

El mundo parecía haberse detenido en ese instante. Mi ascenso en la Fórmula 1, mis conexiones con Mercedes, las entrevistas que soñé hacer con los pilotos más grandes, todo eso parecía un eco lejano ahora. ¿Cómo había llegado a este punto? ¿Cómo un momento con Lando había cambiado mi destino tan drásticamente? Me sentía traicionada, pero sobre todo, sentía que había fallado. Y ahora, mi futuro estaba en las ligas menores, en un ámbito que jamás había imaginado cubrir.

en partes estoy algo agradecida. Una accion como la que cometí merecía que me despidieran pero con el mayor dolor en mi alma me despedí de los que eran como una familia para mi..me despedí de algunos pilotos..de algunos ingenieros y colegas. Me dolió tanto qué quienes antes me respetaban ahora inventaban mas rumores sobre mi para dañar mi carrera...debí hacerle caso a mi instinto decía por dentro mi corazón mientras lloraba internamente, una chica llamada Camila Diaz me remplazaría y el esfuerzo que todos estos años 1que había hecho seria derrumbado por el Ñoño nowins...Desde aquel momento no quise saber nunca mas acerca de Lando, no me despedí de el aunque igualmente no le importe mucho mi partida. Yo misma apostaba que el se acostaría o intentaría algo con Camila tal como lo intento conmigo..

Aunque mi escandalo no se había hecho publico me siento muy avergonzada... Extrañe tanto a Toto, a George y a Lewis, quienes habían sido mi familia en este deporte. Extrañare ese sonido del motor hibrido típico en un monoplaza...extrañare tanto este deporte pero yo misma sabia que tarde o temprano volvería a este eventualmente a el

Chocando con el destino | Lando NorrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora