Capítulo 06:
Ceremonia de recibimiento«Levana Daverone, queda puesta su aceptación a disposición de su mentor para asistir en calidad de visita a la Corte del rey Balakhar».
Luego del mal trago de la noche anterior, recibir esa tarjeta en la mañana parecía un logro.
Claro que Caín debía formalizar mi aceptación, como mentor él sería un curador para mí, un protector y guardián que actuaría ante la Corte y el rey como fe de que no era una salvaje irrefrenable.
Él no tardó en disponer todo para el viaje y estuvimos listos para antes del mediodía.
No sabía exactamente cómo esperaba que fuera la ceremonia de recibimiento, o si siquiera esperaba una ceremonia, pero tenía aún cierta esperanza de que al menos mi llegada al palacio fuera discreta, Caín eligió una gran carroza que parecía más un monstruo que un medio de transporte.
Evité mirar en cualquier momento por la ventana, cosa que él parecía encontrar hilarante.
──¿Por qué te molesta lo que opinen?
──¿Cómo no lo haría?
──Vivirás entre lujos, joyas y sedas, puedes soportar las miradas de un par de pusilánimes.
Pese a lo que él opinaba, esos pusilánimes eran gente que conocía, muchos me habían visto crecer, había atendido a sus bailes y reuniones, ahora sería una paria.
──Soy sierva del gran señor y pido por mi alma, mi sangre le pertenece, mi vida es a su servicio y mi alma será el único recuerdo que guardaré entre nosotros ──recitó Caín, burla en cada palabra.
Lo repetí, no con zalamería, sino con la seriedad que merece un juramento, aunque no pude evitar pensar en cómo me ataban esas palabras.
Acaricié la rosa de plata que colgaba de mi cuello.
Caín sonrió, satisfecho.
Nos detuvimos en el patio principal del palacio, los cocheros no tardaron en abrir la puerta del carruaje, herrsek Karravarath bajó antes para luego tenderme una mano.
El patio de piedra estaba vacío, nada más que los estandartes del rey Balakhar colgando por los balcones interiores del palacio.
Una llave cruzada por dos espadas.
Nos recibió una fila de sirvientes vestidos en blanco y negro, soldados del rey en su característico uniforme azul, y una mujer de porte implacable que llevaba un vestido de raso y una rígida chaqueta a juego.
Le realizó una reverencia a Caín.
──Ella es Levana Daverone ──me presentó mi guardián.
──Soy sierva del gran señor y pido por mi alma, mi sangre le pertenece, mi vida es a su servicio y mi alma será el único recuerdo que guardaré entre nosotros.
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La rosa del cazador
FantasyPara pagar las deudas de su familia, Levana Daverone deberá aceptar un puesto como una de las doncellas de sangre del rey.