24. Disculpas

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Parte II

La cabeza de Genzo le dolía tanto que juraría que pronto le explotaría, también, se moría de sed, así que en contra de su voluntad abrió lentamente los ojos encontrándose en una habitación ajena a la suya, se levantó de la cama e inmediatamente se preguntó porque casi estaba desnudo, no recordaba casi nada de lo de ayer, intento recordar, sabía que salió del bar, llego a unos edificios le eran parecidos como si ya hubiese estado ahí, claro era el departamento de Karl, anoche que estaba ebrio y enojado lo busco, pero que paso, no lograba recordar.

Se vistió con la ropa del contrario para salir a buscarlo y que le diera una explicación, al bajar a la sala noto a una cabellera rubia sentada dándole la espalda, la reconoció como la chica que abrazaba Karl, genial ahora tenía que soportar ser humillado frente a ella, quería huir, pero el jamás lo había hecho antes y hoy no iba a comenzar a hacerlo.

-Buenos días -intento ser cortes.

Al escucharlo la desconocida al fin se giró, pudo ver un rostro muy similar al de Karl solo que con facciones más suaves que eran acompañadas por una gran sonrisa.

-Buenos días Gen, ¿Lograste dormir anoche? -le pregunto apenas una risa contenida Marie.

-Si Marie gracia, espero no haberlos molestado anoche -ay no fue lo primero que pensó, esperaba no haber hecho una ridícula escena de celos por ver a Karl abrazando a su hermana menor, aunque en su defensa hace un tiempo dejo de ver a Marie así que era comprensible que no la reconociera tan fácil.

-Para nada querido solo nos sorprendiste -salto en su lugar al escuchar a la madre de Karl entrar a la sala -las cosas simplemente se ponen mejor a cada segundo, al parecer toda la familia Schneider se había reunido anoche.

-Y bastante, no todos los días te topas a tus jugadores estrella intentando anotar goles fuera de la cancha -el señor Schneider se sentó al lado de su esposa, ahora si considero como una opción viable escapar no solo del departamento, sino del país.

-Ya no lo molesten -al fin Karl ingreso tranquilo con cargando un bol de palomitas, al parecer estaba interrumpiendo un feliz domingo familiar.

-Yo creo que es mejor que valla -explico mientras lentamente se dirigía a la salida.

-No Gen, mejor siéntate a la tarde de películas familiar -animo Marie.

-Si, querido en fin después de anoche es claro que eres de la familia -le sonrió la señora Schneider para dejarle un espacio para que se sentara al lado de su hijo.

No sabía que significaba eso, pues, que hizo anoche para que ahora le dijeran eso, estaba preocupado por el ridículo que estaba seguro de que hizo.

-Vamos a la cocina -le empujo hacia afuera Karl.

En otras circunstancias se hubiese enfadado por ese comportamiento directo, pero ahora lo agradecía demasiado. Al estar solos los dos Karl le dio la espalda mientras cocinaba más palomitas.

-¿Qué recuerdas? -la pregunta pareció aligerar el ambiente entre ambos.

-Lo siento -de seguro hizo algo muy malo para que él otro ni siquiera se girara a verlo y solo negara con la cabeza.

-No te disculpes si realmente querías decirme que me amas -ahora si lo veía con los brazos cruzados.

-Yo no sé qué decir -no era mentira en absoluto no espero haberse confesado anoche.

-Qué tal si dices te amo Karl y claro que votare en contra cuando tu madre y hermana insistan ver una vez más mujer bonita.

Porque parecía que el único normal era él, Karl parecía tan normal, ósea si coqueteaban, pero enserio fingirá que no hizo en desastre en frente de toda su familia.

-¿Es enserio?

-Oye sé que no es una mala película, pero no soy gran fan del romance prefiero ver otra cosa como algo de terror -debe de estar jugando con él como venganza por anoche.

-Karl hablo enserio, no sé qué paso anoche y solo me pides no escoger una película romántica porque no te gustan -estaba perdiendo la razón con cada segundo que pasaba.

-Genzo te amo desde siempre pensé que eso quedo claro anoche, no solo hablo de acostarme contigo, claro que quiero hacerlo, pero también despertarme contigo, pasar el rato solo abrazados, reírnos por cualquier cosa, rayos incluso cuando peleamos es una de las cosas que adoro.

Su cuerpo, mente y alma se derritieron una vez más por el hombre frente a él, corrió abrazarlo y besarlo con dulzura, era así justo como siempre quiso estar.

-Chicos por favor no otra vez -se separaron por la voz del padre de Karl.

-Perdón, ya salimos -contesto simple su ahora novio, antes de volver a quedar solos en la cocina.

-¿Como que otra vez? -le cuestiono.

-Bueno anoche casi nos encuentran en la sala follan...-le cubrió la boca con sus manos justo al momento que sus mejillas se teñían de rosa.

De todas las cosas que podía haber hecho frente a la familia de su novio escogió la peor de todas, ahora entendía los comentarios de antes.

-No están enojados contigo solo se sorprendieron -Karl entrelazo sus manos juntos para seguido darle un beso en la mejilla y llevarlo a la sala con el resto de la familia, oh ya se vengaría de esa actitud tan despreocupada.

-¿Y bien que vamos a ver? -pregunto Karl.

-Yo voto por mujer bonita -le respondió Marie, secundada por su madre.

-Yo igual y luego propongo ver la boda de mi mejor amigo -contesto feliz mientas agarro el brazo izquierdo de Karl para pasarlo sobre sus hombros y recargarse en su hombro.

-Sabes ya no te quiero -a pesar de sus palabras Karl lo abrazo más fuerte.



















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Iniciamos pecadoras y terminamos evangelizadas por la dulzura de esta pareja, espero les guste el cierre de esta corta historia, en lo personal lo ame, siento que en el fondo Karl y Genzo son los que disfrutan ser abrazados, aunque no lo admitan y menos lo pedirían.

Espero les estén gustando las historias de este reto, porque yo estoy disfrutando mucho el compartir mi trabajo con ustedes, las quiero, pronto actualizare más de esta shipp.

FufftoberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora