Capitulo 4: Lagrimas De Un Programa

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Entre todo ese mundo de confusión, Kazuma escuchó un par de presencias acercándose.

-Kazuma, ¿estás bien o bien muerto? –gritó Aqua, bajándose apresuradamente de la camioneta.

Al ver a Kazuma tirado en el suelo, su expresión se transformó en una mueca de exasperación.

-¡Darkness, ya es la tercera vez este mes que lo atropellas! Entiendo que Kazuma-san sea un desastre de ser humano, ¡Pero esto ya es abuso!

-¡N-no fue mi culpa, Kazuma salió de la nada! ¡Lo juro por Eris-sama! –respondió Darkness mientras apagaba el motor.

Ambas llevaban ropa distinta a la habitual. Darkness tenía un suéter gris de cuello alto con una chaqueta verde, y Aqua vestía una camisa azul marino con un collar llamativo. Era ropa moderna.

El alboroto pronto comenzó a atraer la atención de los transeúntes. Empleados y vecinos de las mansiones cercanas se asomaron curiosos, pero al ver quiénes eran, simplemente volvieron a sus labores, como si este tipo de alboroto fuera completamente normal.

-¡Oigan ustedes! –gritó una voz desde una de las ventanas de la mansión.

Megumin, con un buzo rojo, observaba la escena con exaspero.

-¡Solo me doy la vuelta un segundo y ya mataron a Kazuma! ¡Darkness! ¿Qué pasa, los nobles obtienen su licencia en la caja de cereal o qué? –gritó Megumin desde la ventana, con sus ojos rojos centelleando de indignación.

-¡N-no digas eso! ¡No fue mi culpa! –protestó Darkness, avergonzada y tratando de mantener la compostura.

-Lo dices como si los nobles no hicieran cosas turbias todo el tiempo... –suspiró Aqua

-Espera Aqua, ¡¿Por qué me metes en ese saco?! ¡No todos somos así! –replicó Darkness, claramente irritada.

Mientras Aqua y Darkness se enredaban en su típica discusión, Kazuma, aún en el suelo, se retorció levemente.

Grish!

-... ¿Eh? –Megumin ladeó la cabeza en confusión al notar lo que sucedía.

Nadie más notó el ligero destello esmeralda que chispeó en su hombro... excepto ella, quien observaba la escena desde la ventana.

Darkness y Aqua seguían discutiendo, tan distraídas que no se dieron cuenta de que Kazuma ya estaba de pie, observándolas con confusión.

-¡¿Kazuma?! ¡No te moriste! ... Bueno, en fin, ya que estás de pie, Te importaría ayudarme con... ¡Esto! ¡Esto! ¡Y esto!

-¡¿Qué Mier...?! –Exclamó Kazuma confundido.

Sin darle oportunidad a Kazuma de procesar lo que acababa de ocurrir, le empujó un par de cajas.

Megumin, desde su posición, seguía mirando sumamente confundida. Se frotó los ojos, preguntándose si lo que había visto era real o una simple ilusión.

-Tengo que dejar el celular un rato... –pensó para sí misma.

Habiendo bajado desde el segundo piso, pronto Megumin se unió al grupo, mientras observaba como Aqua y Darkness discutían, por el rabillo de su ojo vio como Kazuma miraba la camioneta.

-¡Te juro que la próxima vez me voy a parar en medio del tráfico solo para demostrar que mi manejo al volante es impecable! –protestó Darkness, cruzando los brazos, intentando defender su orgullo como caballero.

-Si, claro... Pero recuérdalo, no tienes que atropellar a la gente para probar tu punto. –respondió Aqua, agitando la mano con fastidio–. Además, ¿Quién demonios se viste como Barney el dinosaurio en plena avenida? ¡No se podía ni pasar! Si no fuera por ese desvío, hubiéramos llegado antes.

Konosuba: Reload ProgramDonde viven las historias. Descúbrelo ahora