⤿❀capítulo 39

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Jungkook regresó a su casa dándose cuenta de los verdaderos malhechores que habían usado su rostro para sus fechorías. A ellos sí que los castigaría de verdad, principalmente por haber entrado a la habitación de Jimin sin permiso.

Después de unas horas, el castaño se estaba preparando para iniciar un nuevo día de trabajo, se sentía ansioso y con muchas ganas de demostrar su capacidad y habilidades.

—No deberíamos hacer esto.— la voz de JungHwan parecía lejana, Jimin lo escuchó perfectamente pero no le prestó mucha atención.

—Eres muy miedoso, nada nos pasará si lo hacemos una vez más.— JungSeok siempre se metía en problemas y arrastraba a su pobre hermano con él.

— ¿Por qué no tocamos mejor la puerta y entramos como personas normales?— propuso JungHwan aún sabiendo que no sería escuchado.

—Vamos, sube, esta vez iras primero.

—Está bien.

—No tengas miedo, tu hermano mayor está aquí para protegerte.

Con temor empezó a subir sabiendo que JungSeok vendría tras él. Sus ojos se asomaron por la ventana de Jimin encontrándose con un par de ojos que lo miraban con asombro.

—¿Qué haces, JungHwan? Eso es muy peligroso.

Se acercó a la ventana para ayudarle al menor a entrar a la habitación, dándose cuenta de inmediato que JungSeok estaba dos escalones abajo esperando su turno para entrar.

—Si Jungkook se entera que han entrado a mi casa por la ventana se enojará mucho.

—Pero tu no le dirás, ¿verdad, Jimin?— JungSeok puso ojitos de cervatillo.

—Tu no nos traicionarías de esa forma, ¿verdad?— JungHwan se unió.

—Ustedes realmente son igual a Jungkook. No diré nada pero no lo vuelvan a hacer, es peligro para ustedes.

—De acuerdo, solo queríamos avisarte que nos preguntaron por ti.— JungSeok recordó el verdadero motivo por el que se encontraban ahí.

—¿Quién?— Jimin pensó que los gemelos se inventarian algo para desviar su atención.

—Un señor.

—¿Y qué quería?

—No sabemos, le dijimos que no conocíamos a ese tal park Jimin del que nos hablaba. — dijo JungSeok.

—Se veía enojado.— agregó JungHwan.

— Y extraño. Deberías tener cuidado, Jimin, hay gente muy mala en el mundo.

La duda lo atacó de inmediato, ¿quién podía ser ese hombre del que hablaban? ¿Su padre, tal vez? Tenía sentido, no le había respondido los mensajes y llamadas, probablemente esté preocupado, o tal vez solo quería mantenerlo junto a él para manipularlo como lo había hecho toda su vida. Pero no lo permitiría más.

Decidió que era mejor no decirle a su madre de ello, no quería preocuparla con esas cosas. Por suerte, estaría de turno ese día, por si su padre aparecía buscándolo. No quería sentir miedo, pero ese hombre le provocaba esa sensación tan desfavorable.

—Jimin, ¿Ya estas listo?— Jungkook entro de pronto a la habitación sacandole un buen susto a Jimin y sus hermanos.—¿ustedes que hacen aquí?

—Vinimos a visitar a Jimin, pero ya nos vamos.— JungSeok tomó a su hermano de la mano y le dedicó una mirada de complicidad a Jimin, salió por la puerta llevando consigo a JungHwan.

—A esos dos mocosos les gusta invadir propiedad privada.— dijo en desaprobación, como si él no hiciera lo mismo siempre.

Jungkook observó a Jimin en silencio, dándose cuenta de inmediato que algo no andaba bien, la mirada perdida en su chico le causó cierto desasosiego.

—¿Qué pasa, mi amor?— sé acercó para abrazar a su chico, lo enrollo entre sus brazos y aquel, tembloro, recostó su cabeza sobre el pecho de Jungkook.

Las ganas de vómitar chocaban con insistencia en su garganta, siempre que enfrentaba una situación difícil su cuerpo reacciona de esa manera. Sentía miedo, mucho miedo.

—Puede que mi padre haya venido por mí.— las palabras se sintieron amargas, cada una de ellas lo asfixiaba.

Jungkook no supo qué decir, Jimin le había hablado de su padre pero nunca le dijo a profundidad los problemas que tuvo que enfrentar por culpa de su progenitor.

—¿Te iras con él?— la inseguridad lo atacó y como acto reflejo presiono aún más el cuerpo de Jimin con el suyo.

—Nunca.— sorprendido de que su voz salió como seguridad continuo:— Hay cosas que no te he dicho sobre él, pero no es un buen hombre, venir aquí fue un escape a su estricto comportamiento, me ha tratratado como nada desde que nací, y no pienso vivir eso de nuevo. Habrá tiempo luego para contarte todo, pero ahora, debo irme.

—Está bien, pero no te sientas presionado a contarme tus cosas, toma tu tiempo y cuando estés listo aquí. — tocó la cabeza del peñicastaño con delicadeza. — Y aquí.— tocó donde debería estar su corazón.— Entonces me lo dices.

Jimin sonrió dando un casto beso a su chico y se separó para tomar su mochila, suspiró profundo y decidió que su padre no iba a desequilibrar su nueva vida.

—Vamos, te llevaré. — tomando de la mano de su chico salieron de la casa rumbo a la cafetería.

Jimin no pudo evitar sentirse nervioso, pero haría su mejor esfuerzo porque todo le saliera bien, bloqueando los recuerdos de su padre, se despidió de su novio.

—Vendré por ti a las cuatro.

—Está bien, pero si no puedes, no te preocupes.

—Sí puedo. Siempre voy a poder, Jimin.

—De acuerdo.

—Suerte, mi amor.

Con otro beso, se despidieron.

Jungkook vio a Jimin adentrarse a la cafetería, y pensó, pensó mucho en cómo podía él protegerlo de su padre. Él no se lo había dicho a Jimin, pero lo vió,  esa mañana, justo antes de que ese señor se encontrara con los gemelos.

Supo de inmediato que se trataba del padre Jimin, y por lo que sabía, no era una persona buena. Tuvo la intención de decírselo a la señora Park cuando la vio salir de casa, pero sus palabras no salieron, simplemente la saludó y deseo un feliz día, no había podido decirle, a demás, ¿Cómo se lo diría?

Si la reacción de Jimin había sido complicada, la de la señora park, sin duda alguna sería igual. Sea como sea, él no iba a permitir que le arrebataran a Jimin, eso nunca iba a suceder, aún si tenía que enfrentarse a su suegro, no daría un paso atrás.

Mi vecino es un TONTO ⤿❀ | kookMin | +18 TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora