Una comida mágica

Plato 7 - El desafío chino

Se suponía que era imposible, una batalla que solo Shinomiya podría haber ganado. Era un hombre con mucha más experiencia, que había experimentado más del mundo de la cocina que Harry y dominaba su propio oficio a tal grado que ni siquiera otro país podría producir un hombre que igualara su talento en su cocina. Sin embargo, allí estaban, cinco monedas a un lado de Harry mientras el niño les hacía una firme reverencia a todas.

Shinomiya sintió que su agarre se apretaba mientras la indignación pura inundaba su cuerpo. Todos esos años que pasó entrenando como un loco en Totsuki y Francia, todas las pruebas y tribulaciones que enfrentó frente a una comunidad xenófoba, ¿habían sido todos en vano? ¿El pináculo de la cocina francesa había sido superado por un niño en su primer año?

"Esa es la cuestión, ¿no? Dije que has mejorado desde la última vez que hicimos un shokugeki, pero eso solo se aplica a tu habilidad para cocinar, no a la forma en que te comportas". —Yodo comentó, con un brillo feroz en sus ojos mientras un sonido de sorpresa se le escapaba a Shinomiya—. En aquel entonces era nuestro primer año, cuando eras solo un chef arrogante que intentaba demostrar su valía como cualquier otro; nada especial y eso no ha cambiado en tantos años. Tu cocina puede haber mejorado, pero eso no significa que tu arrogancia haya cambiado. Subestimaste lo que tu oponente era capaz de hacer y eso le permitió aprovecharse al máximo de ti; ni siquiera cocinaste una de tus especialidades.

Ahora que Harry lo pensaba, había habido una frase de pasada al respecto de Hinako. Shinomiya, como hombre que dirigía uno de los restaurantes de alta gama más exitosos de París, una ciudad donde muchos restaurantes gourmet luchaban por el dominio a diario, estaba destinado a tener una plétora de platos de calidad gourmet. Eso no quería decir que el chou farci que había producido no fuera lo suficientemente de alta calidad como para entrar en el menú de un gourmet, pero había cierta simplicidad en él que no hablaba de todo su talento. Eso no se pudo evitar con lo simple que había sido hecha la receta.

"El plato que Harry preparó carece de refinamiento, pero él era plenamente consciente de eso", agregó Hitoshi con calma, el chef de sushi cruzándose de brazos mientras se reclinaba en su silla. "Si fuera una batalla de refinamiento, entonces sin duda perdería incluso cuando haces algo como chou farci; toda tu carrera depende de que hagas las cosas lo más refinadas y elegantes posible. Sin embargo, él compensó la disparidad centrándose en los aspectos rústicos. Mientras que tú hiciste un plato familiar más adecuado para una cena individual, la forma en que Harry diseñó y presentó su plato apeló más al concepto de una cena familiar".

—Kojiro... eso habla de ti como chef, ¿verdad? —concluyó Hinako, su expresión se suavizó hasta que Shinomiya hizo ademán de abrir la boca, recibiendo su mano sobre sus labios mientras la mujer hacía pucheros—. ¡No, tú puedes escucharme cuando estoy dando mi discurso genial! He oído rumores sobre tus restaurantes, Kojirou, incluso cuando dijiste que no querías que habláramos contigo para que pudieras concentrarte en tener éxito. Confiabas tan poco en todos que insistías con tus recetas y te negabas a crecer como persona, te negabas a escuchar los comentarios de nadie. ¡Cocinabas para ti mismo cuando se suponía que debías cocinar para todos!

Shinomiya se quedó sin palabras; esto no era algo que se supiera que Hinako hiciera y las pocas veces que lo dominaba siempre habían sido una señal de lo grave que era la situación. Para ser honesto, Harry no pudo evitar sentirse como un personaje secundario en la historia de otra persona hasta que un suspiro marchito escapó de Shinomiya.

—Bueno, no puedo negar que los jueces han tomado sus decisiones. Esta es su victoria —dijo el hombre, Harry no estaba seguro de reaccionar hasta que Shinomiya estuvo directamente frente a su cara, con un fuego ardiendo allí que no había estado allí antes—. ¡Pero no pienses que esto significa algo! Fui suave contigo, demasiado suave al parecer... no dejes que esto se te suba a la cabeza. Si desafías a alguien más en esta sala, entonces te limpiarán el piso. Juega bien tus cartas y... si se supiera que perdí contra un desertor de Totsuki, entonces nuestras reputaciones estarían en ruinas.