Calla y bésame

27. Una fiesta para celebrarlo

POV ALEX

Me dirigí hacia la mesa de bebidas, deseando tener un momento para mí. La fiesta continuaba a nuestro alrededor, con risas y música llenando el aire, pero en mi cabeza seguía dándole vueltas a lo que acababa de pasar. Cameron y Brandon habían actuado como si Nate fuera algún tipo de amenaza... y por más que me molestara admitirlo, su actitud me había puesto un poco alerta. 

Al llegar a la mesa, tomé una botella de agua y, justo cuando iba a abrirla, sentí una presencia detrás de mí. Giré la cabeza y ahí estaba Nate, con esa sonrisa tranquila pero, ahora, más tensa de lo habitual. 

- Siento lo de antes... - comenzó, su voz baja pero lo suficientemente clara para que la oyera por encima del ruido de la fiesta. 

- No quería causarte problemas. Le sonreí, intentando calmar la situación. 

- No te preocupes, Nate. Son... ya sabes cómo son Cameron y Brandon. A veces se pasan de protectores. 

Él soltó una pequeña risa, pero había algo en su mirada, algo que antes no había notado. Era como si intentara medir mis palabras, observar mi reacción. Algo en él parecía... forzado. 

- ¿Están siempre así contigo? - preguntó, fingiendo interés. Pero algo en su tono me hizo mirarlo un poco más de cerca. Era una pregunta que sonaba casual, pero había algo más detrás. Como si quisiera saber demasiado, como si hubiera algo que buscara en mis respuestas. 

- A veces - respondí, encogiéndome de hombros mientras volvía a fijar la vista en la fiesta - Son mis amigos, no hay mucho que pueda hacer. - Nate asintió, pero su sonrisa no alcanzaba sus ojos. 

- Claro... amigos. 

El silencio se alargó entre nosotros, y por primera vez desde que lo conocí, me sentí incómoda estando tan cerca de él. Había algo... diferente. Tal vez había estado demasiado inmersa en mis propios pensamientos para notarlo antes, pero ahora que lo veía de cerca, me daba cuenta de que su interés en mí era... extraño. 

- ¿Y tú? - pregunté, tratando de desviar la conversación - ¿Conoces a mucha gente aquí? - Nate me miró por un momento, como si evaluara lo que iba a decir. - No tanto como me gustaría. Vine aquí porque... bueno, quería conocerte mejor - admitió, inclinándose ligeramente hacia mí, lo cual me puso nerviosa. Había algo inquietante en su manera de hablar, en la intensidad de sus palabras. Y entonces recordé algo. En clase de música, cuando me había mostrado lo increíble que era tocando el piano, había parecido tan confiado, casi... preparado. Y ahora, esa misma seguridad se había convertido en algo un poco más amenazante, como si cada paso que daba a mi alrededor estuviera calculado. 

- Eso está... bien - dije, retrocediendo ligeramente y fingiendo una sonrisa nerviosa 

- Pero, ya sabes, no soy la chica más interesante del lugar. - Nate soltó una pequeña risa, pero sus ojos no se apartaban de los míos. 

- Oh, no estoy de acuerdo. Creo que eres más interesante de lo que piensas. - Sus palabras eran halagadoras, pero me hicieron sentir incómoda. 

Miré hacia la multitud, buscando a alguien que pudiera salvarme de la conversación, y mis ojos encontraron a Cameron y Brandona lo lejos. Estaban hablando con Ryan, pero claramente seguían atentos a lo que hacía. Me sentí algo aliviada de que estuvieran cerca. 

- Voy a volver con mis amigos - dije de repente, alejándome de Nate - Pero gracias por... ya sabes, el vaso. 

Nate me observó mientras me iba, su sonrisa seguía en su rostro, pero ahora parecía más calculadora, más fría. No podía sacudirme la sensación de que algo no estaba bien. Todo ese entusiasmo que había mostrado desde que lo conocí... era casi como si estuviera obsesionado conmigo. Pero, ¿por qué? Cuando volví junto a Cameron y Brandon, ambos me miraron con una mezcla de preocupación y algo más. Cameron, como siempre, fue el primero en hablar.