22. Un vigilante y un cotilla

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POV ALEX
Seguimos corriendo a toda velocidad por el estadio, las risas se mezclaban con el sonido de nuestras pisadas apresuradas sobre el césped. Ruby iba justo delante de mí, con Tyler sujetándola de la mano, mientras que Dylan y Hunter se adelantaron, casi desapareciendo en la oscuridad del campo. Brandon, por supuesto, corría justo a mi lado, tan cerca que casi podía sentir su respiración sincronizada con la mía. Cada vez que nuestros brazos se rozaban, era como si una chispa eléctrica pasara entre nosotros, pero no podía permitirme pensar en eso ahora.

- ¡Por aquí! - gritó Dylan, señalando hacia la salida trasera del estadio, una pequeña puerta que probablemente había descubierto en alguna de nuestras escapadas anteriores.

- ¡Vamos, vamos! - grité, agitada pero emocionada, con la adrenalina bombeando con fuerza en mis venas.

Brandon soltó una carcajada mientras tomaba mi mano, casi arrastrándome para acelerar el paso.

- No te me quedes atrás, Alex - dijo con ese tono burlón, pero su agarre firme y protector me hizo sentir segura de alguna manera.

Nos escabullimos por la puerta justo a tiempo, dejando al vigilante lejos, gritándonos insultos que se perdían en la distancia. Llegamos a una pequeña zona de hierba más allá del estadio, todos respirando con dificultad, pero con sonrisas enormes en nuestras caras mientras algunos nos tumbábamos en el verde césped.

- ¡Eso ha sido increíble! —gritó Ruby, soltando una risa nerviosa mientras se apoyaba en Tyler, que la miraba con una mezcla de diversión y admiración.

Tyler no dejó de mirarla mientras le respondía:

- Eres rápida. No pensaba que fueras a mantener el ritmo conmigo.

Ruby sonrió de una manera que claramente mostraba lo mucho que le gustaba la atención de Tyler.

- ¡Uff! Me estoy haciendo mayor para estas cosas - dijo Hunter, fingiendo que no podía respirar mientras se dejaba caer al suelo con una sonrisa. Dylan, por su parte, estaba recostado a su lado, todavía riendo.

Brandon seguía sujetándome la mano, aunque ya no había necesidad. Me di cuenta de eso y, con un pequeño tirón suave, traté de liberarme, pero él simplemente sonrió y me mantuvo cerca.

- ¿Te has divertido, Alex? - me preguntó, su voz era más suave, casi susurrando.

- Más de lo que debería - respondí, sin apartar la mirada de sus ojos, sintiendo mi corazón latir más rápido.

Era esa misma tensión que me perseguía desde hacía semanas, esa atracción innegable pero peligrosa entre nosotros. Algo en él me hacía querer lanzarme al vacío. Pero sabía que si lo hacía, también podía estrellarme.

Justo cuando iba a decir algo más, Ruby nos interrumpió.

- Bueno, ¿volvemos? - preguntó, mirando alrededor como si buscara alguna señal de que el vigilante aún estuviera cerca.

- Sí, es mejor que nos vayamos antes de que decidan llamar a más seguridad - respondió Tyler con una sonrisa juguetona, todavía sin soltar la mano de Ruby. La miraba con tanta intensidad que casi me sentí como si estuviera viendo algo privado entre ellos.

De regreso al coche, la conversación seguía fluyendo entre bromas y comentarios ligeros. Pero mientras subíamos a los coches, sentí la tensión entre Brandon y yo de nuevo. A pesar de estar con todos nuestros amigos, había algo entre nosotros que parecía no apagarse nunca, como una llama constante. Y eso me preocupaba más de lo que quería admitir.

Nos acercamos al coche, pero algo era evidente: no había suficientes asientos.

- Mmm... somos demasiados para el coche de Dylan - dijo Hunter, mirando alrededor con una ceja levantada - ¿Alguna idea?

Calla y bésameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora