Calla y bésame

11. Cena en casa con amigos

POV ALEX

La tarde en la playa era perfecta. Caminábamos todos juntos por la orilla, sintiendo cómo el agua fría del mar mojaba nuestros pies descalzos. El sol ya comenzaba a bajar, pero aún calentaba lo suficiente para hacer que el aire estuviera cargado de esa sensación veraniega, relajada y despreocupada. El sonido de las olas mezclado con nuestras risas y el suave crujido de la arena bajo nuestros pasos creaban un ambiente casi mágico.

Ruby y Tyler iban caminando juntos un poco más adelante, hablando en voz baja y riendo entre ellos. Cada vez que Tyler decía algo, Ruby se sonrojaba un poco más, y aunque ambos trataban de disimularlo, era evidente para todos que había algo más que amistad entre ellos. Me hacía sonreír verlos así, felices y cómplices, aunque no dejaba de sentir un ligero cosquilleo de nervios cada vez que miraba hacia atrás, donde Cameron y Brandon caminaban cerca de mí.

Jordan y Emily iban un poco más atrás, deteniéndose de vez en cuando para recoger conchas o simplemente empujarse de manera juguetona. Las risas de Emily eran contagiosas, y Jordan no dejaba de hacer bromas, disfrutando claramente del efecto que tenía sobre ella. Grace, que caminaba a mi lado, no podía evitar lanzarles alguna que otra broma sobre cuánto "molestaban" con tanta dulzura, pero al final, todos sabíamos que estaba feliz por ellos.

Finalmente, llegamos al chiringuito de la playa, un pequeño y acogedor lugar hecho de madera y rodeado de palmeras, donde el tío de Ryan trabajaba. El lugar siempre estaba lleno de vida, con música suave sonando de fondo y el aroma a comida recién hecha llenando el aire. Ryan saludó a su tío con un gesto familiar, y todos nos acercamos al mostrador para pedir nuestros helados.

- ¿Qué vais a querer? - preguntó el tío de Ryan, con una gran sonrisa.

- ¡Fresa para mí! - dijo Ruby, mientras Tyler se inclinaba para murmurarle algo al oído, haciéndola reír.

- Yo quiero chocolate, como siempre - pidió Jordan, mientras Emily lo miraba con una sonrisa.

- Yo de limón, por favor - dijo Cameron, sabía que era su favorito

- Menta para mí - dijo Grace, dándome un leve codazo - ¿Y tú, Alex?

- Frambuesa - respondí, sintiendo la mirada de Brandon sobre mí. Sabía que Cameron también estaba cerca, y podía notar una ligera tensión en el aire.

- ¿Frambuesa? —bromeó Brandon, acercándose un poco más—. Tan original, Alex.

- ¿Y qué tiene de malo lo original? - respondí con una sonrisa, mirándolo a los ojos. Esos ojos que hacían que no quisiese apartar la mirada de él. Que me metían en una burbuja

Cameron, que había pedido un helado de limón, se acercó también, colocando su brazo de manera casual sobre mi hombro. Su presencia era cálida, y me hizo sentir segura, aunque el triángulo que se estaba formando entre los tres comenzaba a complicar las cosas.

- A mí me encanta la frambuesa, el limón y la frambuesa son la combinación perfecta - dijo Cameron, con un tono suave que me hizo sonrojar.

Brandon le lanzó una mirada, pero antes de que pudiera decir algo, Ryan intervino con su helado de fresa y un brillo en los ojos.

- ¡Vamos a sentarnos allí! - dijo, señalando unas hamacas que estaban cerca del agua, bajo la sombra de las palmeras.

Nos dirigimos todos hacia las hamacas y nos acomodamos, disfrutando de nuestros helados y de la vista del mar. La conversación fluía con facilidad, salpicada de bromas y comentarios sarcásticos que mantenían el ambiente ligero y divertido.

Tyler, siempre con sus bromas, decidió que era un buen momento para empujar a Ruby suavemente, haciéndola tambalearse en su hamaca. Ella gritó, sorprendida, y después de un segundo de sorpresa, ambos rompieron en carcajadas.