El día de Katherina en el hospital comenzó de manera agitada. Como residente en ginecología y obstetricia, su jornada estaba llena de consultas, emergencias, y la constante necesidad de tomar decisiones rápidas.
Luego de revisar una materna que tenía contracciones a sus 7 meses de gestación y dejarla en observación prosiguió con unas consultas que le había dejado el especialista a cargo.
Debía ir a consultorio para atender a algunas pacientes de ginecología.
— La siguiente paciente es Sara Evans — anunció la enfermera, entregándole la ficha médica.
— Gracias Mary — le sonrió recibiendo la ficha.
Llegó al consultorio y llamó a la paciente.
Una mujer de unos treinta y pocos años entró con una sonrisa amigable.
— Buenas tardes Sara. Soy la doctora Katherina. ¿Cómo te encuentras hoy? — preguntó Katherina, devolviéndole la sonrisa.
— Buenos tardes, doctora. Estoy bien, gracias. Vine para la entrega de los resultados de la citología.— respondió Sara mientras se sentaba en la silla frente a Katherina.
— Perfecto, te los recibo — estiró su mano para recibir la carpeta.
Los examinó por unos segundos y noto que había un patógeno extraño al que debía mandarle tratamiento, pero nada raro.
— ¿Has tenido infecciones vaginales frecuentes?
— Si doctora, por eso también quise consultar. Y hace unos dos días tuve un sangrado, pero muy leve, pensé que era mi periodo pero no volví a sangrar más.
Katherine la observó — ¿Tienes retraso menstrual? ¿Cuando fue la última vez que te llegó?
— Tengo casi tres semanas de retraso y yo suelo ser muy irregular.
— Bueno Sara, en la citología te salió un hongo pero no es nada grave te mandaré unos óvulos vaginales — tecleó en su computador — Con tu retraso, yo no descartaria una prueba de embarazo. Lo que te paso en estos días pudo haber sido un sangrado de implantación y no tu menstruación.
Sara palideció y claramente Katherina lo notó.
— ¿Estás tomando anticonceptivos?
— No, yo los dejé. Con mi esposo solo usamos condón hace más de 6 meses.
— Y ¿Desean hijos? — preguntó Katherina con precaución.
Sara sonrió — Ya tenemos uno, y pues si queríamos otro pero no sé si ahora. Ay no — se colocó sus manos en la cara — Es que con Willy no sentí ningún síntoma antes, si no es porque empecé a dormir más y mi panza creció no nos damos cuenta.
— Está bien, procura relajarte. Yo te recomiendo que te hagas unos exámenes de sangre para que te des cuenta y bueno, platícalo con tu esposo.
— Está bien doctora.
Katherina formuló la prueba de sangre y recetó los óvulos, imprimió y le entregó los papeles.
— Mira, Sara; aquí te entrego los exámenes y la medicación. Cuando los tengas dependiendo del resultado puedes volver para hacerte un chequeo, es tu decisión.
— Muchas gracias, doctora.
— Vale Sara, que estés muy bien y relájate, esperemos los resultados — le dió una sonrisa cálida.
Sara se levantó de la silla alisando su vestido con nerviosismo — Sí doctora, tiene razón. Muchas gracias, hasta luego.
Katherina se despidió y su paciente cerró la puerta. La noticia de de un posible embarazo no siempre resultaba bien recibida por sus pacientes, aunque para otros si resultaba una noticia muy esperada y deseada. Katherina terminó sus consultas restantes y nuevamente fue a control con las maternas.
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Coincidencias |Cillian Murphy|
FanfictionCon 20 años de diferencia de edad, ¿Podrá Katherina resistirse a los encantos de Cillian y su mundo, o se dejará llevar por la pasión y secretos? Las apariencias engañan y el amor puede surgir en el lugar más inesperado. Cillian Murphy fanfict.