𝐂𝐮𝐥𝐩𝐚 𝐌𝐢𝐚 [𝑵𝒂𝒕𝒔𝒖𝒐 𝑻𝒐𝒅𝒐𝒓𝒐𝒌𝒊 𝒙 𝑶𝒄]

ℂ𝕒𝕡𝕚𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟡

El sol de la tarde se colaba por las ventanas de la casa mientras Natsuo y Giuliana trabajaban juntos en la que sería la habitación de su hija. Las cajas con muebles recién comprados estaban apiladas en un rincón, y las paredes recién pintadas de un suave color lavanda llenaban el ambiente de una sensación cálida y tranquila.

─¿Cómo te sientes? ─preguntó Natsuo, ayudando a Giuliana a sentarse en una silla mientras él empezaba a ensamblar la cuna.

─Emocionada, pero también agotada ─respondió Giuliana con una sonrisa cansada. Su vientre, cada vez más prominente, ya la hacía sentir el peso de la pequeña en camino. ─No puedo creer que en unos meses todo esto estará lleno de vida. Nuestra hija dormirá aquí.

Natsuo asintió, concentrado en atornillar las piezas de la cuna. Su frente mostraba una leve concentración, pero no podía evitar sonreír al imaginar a su bebé durmiendo en ese espacio.

─Quiero que todo sea perfecto para ella ─dijo Natsuo mientras se levantaba para comprobar su trabajo. Luego miró a Giuliana y le lanzó una mirada llena de amor. ─Ya casi está lista la cuna. ¿Cómo te gustaría que organicemos los muebles?

Giuliana se levantó despacio, acariciando su vientre con suavidad. Caminó hacia la ventana, contemplando el espacio.

─Podríamos poner la cuna cerca de la ventana, pero no tan cerca para que no le dé el frío. Y la cómoda justo al lado, para que sea fácil cambiarla por las noches ─sugirió, con una sonrisa mientras miraba a Natsuo.

─Perfecto. Me gusta cómo suena eso ─respondió Natsuo, levantando la cuna para moverla a la posición que Giuliana indicó. Luego, se giró hacia ella. ─¿Y qué te parece si colgamos esas cortinas que escogiste?

Giuliana asintió, entusiasmada por el progreso que estaban logrando. Las cortinas, de un suave color crema con pequeños detalles florales, añadían el toque acogedor y dulce que ambos querían para la habitación de su hija. Mientras Natsuo colgaba las cortinas, Giuliana organizaba pequeños detalles: los peluches que habían comprado juntos y las mantas suaves que ya habían acumulado para la bebé.

─No puedo creer que pronto estará aquí ─dijo Giuliana, tocando la cuna con una ternura evidente en sus gestos. ─Es como si cada paso que damos nos acercara más a tenerla en nuestros brazos.

Natsuo bajó de la escalera después de ajustar las cortinas y se acercó a Giuliana, rodeando su cintura con sus brazos desde atrás, como solía hacer. Besó su cuello con suavidad y dejó una mano sobre el vientre abultado.

─Va a ser la bebé más amada del mundo ─susurró, acariciando su barriga. ─No puedo esperar para verla dormir aquí, para escucharla reír, para ver su carita cuando sonría por primera vez.

Giuliana asintió, sintiendo una mezcla de emoción y nervios. Sabía que pronto su vida cambiaría de una forma que nunca había imaginado, pero con Natsuo a su lado, se sentía segura.