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22 de Octubre 2023
|Medellín, Colombia 02:48pm|

Había pasa un dia desde lo del almuerzo con Richard y su novia. El centro de alto rendimiento estaba en plena actividad cuando llegué. La luz natural se filtraba a través de las ventanas amplias, iluminando el espacio con una claridad que contrastaba con la nube de confusión que aún me envolvía. Bryan, el fisioterapeuta de la selección, estaba ocupado revisando algunos datos en su computadora, mientras James Rodríguez, el mediocampista estrella, realizaba ejercicios de rehabilitación en la esquina de la sala.

- ¡Lau! - exclamó Bryan al verme entrar. - Justo a tiempo. Vamos a revisar los avances de James.

Me dirigí a donde estaba Bryan, mientras él me señalaba los gráficos y los informes. James, con su usual actitud relajada, me saludó con una sonrisa.

- ¿Cómo estás, Lau? - preguntó James, levantando una mano en señal de saludo.

- Hola, James. - respondí, tratando de mantener la calma y el enfoque en el trabajo. - ¿Todo bien con los ejercicios?

- Sí, todo en orden. - dijo James, ajustando su posición para mostrarme los ejercicios que estaba haciendo. - Aunque a veces siento que no avanzo tanto como quisiera.

Bryan asintió mientras revisaba las estadísticas en su computadora.

- Los números dicen lo contrario. Los avances han sido notables, pero siempre es bueno tener otra perspectiva. - explicó Bryan. - Vamos a hacer una evaluación física más detallada para ajustar el plan de rehabilitación.

Mientras Bryan y yo revisábamos los datos y ajustábamos el plan, me esforzaba por concentrarme en el trabajo. Intenté no pensar en la tensión del almuerzo o en los recientes encuentros con Richard y Kevin. Aquí, en el centro de alto rendimiento, tenía una tarea que cumplir y necesitaba enfocarme en ello.

- ¿Cómo te sientes hoy, James? - le pregunté mientras revisábamos el rango de movimiento de su tobillo.

- Un poco cansado, pero bien. - respondió James. - Estoy listo para volver al campo, pero no quiero apresurarme.

- Lo mejor es seguir el plan y no saltarse etapas. - dije mientras revisaba su progreso. - Solo asegúrate de comunicar cualquier cambio en cómo te sientes.

Mientras James continuaba con sus ejercicios, Bryan y yo analizábamos los datos. La conversación se mantenía en el terreno profesional, pero yo no podía evitar que mi mente vagara ocasionalmente a lo que había sucedido antes. La presencia de Richard y Nicole había añadido una capa de complejidad emocional que no podía ignorar, pero al menos aquí, tenía un propósito claro y una misión que cumplir.

Bryan, notando que algo parecía distraerme, me miró con una ceja levantada.

- Todo bien, Lau? - preguntó con tono preocupado. - Pareces un poco distante.

- Sí, solo... pensando en algunas cosas. - respondí, sonriendo débilmente para disimular la verdad. - Solo necesito concentrarme en esto por ahora.

Bryan asintió, sin insistir más. Continuamos con la evaluación, y aunque la tensión en mi pecho no desapareció por completo, al menos el trabajo me ofrecía un respiro y un propósito claro, lejos de las complicaciones emocionales de mi vida personal.

El tiempo pasó rápidamente mientras me concentraba en el trabajo. Al final de la sesión, me sentí aliviada de haber podido desconectar al menos por un rato. A pesar de todo, saber que James estaba en buen camino con su rehabilitación me ofrecía una sensación de logro que necesitaba en ese momento.

- Buen trabajo hoy. - me dijo Bryan mientras guardábamos los informes. - A veces es bueno concentrarse en algo que funcione bien.

- Gracias, Bryan. - respondí, agradecida por el enfoque y la claridad que el trabajo me había proporcionado. - Realmente necesitaba esto.

¿Muy convencido? - Richard RiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora