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23 de Octubre, 2023
| Medellín, Colombia - 7:15 AM |

Lau despertó sintiendo un leve peso sobre su costado. Al girar lentamente la cabeza, vio el rostro tranquilo de Richard, dormido a su lado. Los recuerdos de la noche anterior la golpearon de repente. Todo había sucedido tan rápido. El calor del momento, la cercanía entre ambos... y ahora estaba enredada en algo que no sabía cómo manejar.

Antes de que pudiera procesarlo del todo, un fuerte golpe en la puerta la hizo sobresaltarse.

- ¡Lau, abrí! - Era Pipe. Su tono insistente le hizo saber que no se iría fácilmente. - ¡Estamos Kevin y yo acá!

El corazón de Lau dio un vuelco. Kevin estaba allí, con su hermano. Intentó moverse sin despertar a Richard, pero su mente estaba en caos. Si Pipe entraba y los veía, si Kevin...

- ¡Lau! - insistió Pipe, golpeando nuevamente. - ¡Vamos, ya es hora de desayunar!

- ¡Un segundo! - respondió ella con una voz que intentaba sonar natural, pero el pánico comenzaba a apoderarse de ella.

Richard se movió ligeramente, entreabriendo los ojos. lo mire con el corazón latiendo a mil. No había tiempo. Necesitaba vestirme rápido, pensar en una excusa, algo que dijera para evitar que Pipe y Kevin sospecharan.

Desde el otro lado de la puerta, la voz de Kevin sonó, calmada pero curiosa. - ¿Estás bien, Lau? Pipe dice que llevas rato encerrada.

La cabeza me daba vueltas, quizas estaba exagerando con mi reacción. Si abría la puerta, ¿qué haría Kevin y Pipe? Kevin, con quien aún no había dado una respuesta clara tras su propuesta... Y Richard, justo ahí, en mi cama.

- ¡Ya voy! - grite mientras se apresuraba a vestirme. Mientras lo hacía, escuchaba cómo Pipe se reía.

- ¡Kevin ya se está quejando de hambre! No te demores o entramos, ¿eh?

Senti un escalofrío recorrer mi espalda. Estaba acorralada y necesitaba una solución antes de que las cosas se complicaran más.

Mi mente estaba a mil mientras me abotonaba la camisa a toda prisa, tratando de no hacer ruido. Richard seguía medio dormido, observándome con una sonrisa de medio lado que parecía no comprender la gravedad de la situación.

- Lau, relájate. - susurró, enredándose un poco en las sábanas mientras intentaba moverse. - Seguro no es para tanto...

- Claro que sí es para tanto, Richard. ¡Son Pipe y Kevin! - contesté en un susurro frenético, lanzándole su camiseta mientras intentaba encontrar una forma de calmarme. Él me miró con esa expresión despreocupada que solo él podía tener en un momento así.

Los golpes en la puerta volvieron, esta vez un poco más insistentes.

- ¡Lau! No me digas que te estás quedando dormida otra vez. Kevin ya dice que va a comerse lo que encuentren en la nevera, y no creo que quieras que se quede sin desayuno. - Pipe soltó una carcajada, pero luego escuché a Kevin agregar en un tono entre bromista y curioso: - ¿Te sientes bien? Porque Pipe jura que tienes "una vida secreta" y... bueno, ¡solo espero que no estés secuestrada!

Rodé los ojos y lancé una mirada a Richard, quien ya estaba poniéndose la camiseta, ahora con una sonrisa maliciosa en su rostro.

- Vamos, tranquila. Si quieres, puedo salir primero por la ventana - murmuró en tono de broma.

- No seas ridículo. - le respondí, intentando no reírme. Pero la idea de él escapando por la ventana era casi tan surreal como la noche que habíamos pasado juntos.

¿Muy convencido? - Richard RiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora