Capítulo 18

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Cuando su contrincante cayó bruscamente al suelo, los susurros no se hicieron esperar

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Cuando su contrincante cayó bruscamente al suelo, los susurros no se hicieron esperar. "Demasiado brusco" "¡Incorregible!" "Es un entrenamiento...¡No es necesaria tanta violencia!"

Casi quiso rodar los ojos con fastidio...en cambio, estiró su mano hacia su contrincante en el suelo para ayudarlo a levantar.

Por supuesto, fue rechazado otra vez.

A sus espaldas, sólo escuchaba risas y conversaciones animadas. Tan sólo mirando por el rabillo de su ojo, pudo notar a la distancia como Theo era rodeado de personas, siendo él el centro de atención, su sonrisa tan radiante y animada como siempre. Inevitablemente las comisuras de sus labios tiraron hacia arriba, contrario a lo que muchos podrían pensar; le era imposible sentir envidia de su amigo...sabía que el castaño se había esforzado mucho desde conocerse para hacerse merecedor de ser la mano derecha de la cabeza de Mannaz, lo sabía mejor que nadie y, por ello, no podía hacer más que sentirse orgulloso de él.

La mirada esmeralda de Theo se topó con la suya, comenzó a saludar efusivamente hacia él e inesperadamente las demás miradas se fijaron en él con recelo. Pasando saliva con dificultad, se esforzó por no sonreír a su amigo y simplemente dar un pequeño asentimiento de cabeza a modo de reconocimiento.

No podía quedarse ahí mucho más tiempo, tampoco podía sostenerle la mirada a su amigo, por lo que decidió tomar camino hacia la edificación de Madame Su, el entrenamiento había terminado bien...no había fallos de su parte esta vez, así que esta vez sus maestros no se quejarían...mucho.

Realmente necesitaba descansar, dormir, simplemente recostarse en un lugar cómodo para aclarar su mente ¡Pero incluso una piedra era más suave que su maldita cama!

A comparación de Theo cada mañana, él parecía un nabo. Theo siempre parecía descansar tan bien, siempre amanecía tan fresco...¿Él? Bueno, tenía salud...¡Y a medias! Últimamente sentía mucho picor en su garganta, seguramente terminaría con un resfriado.

Maldito fuese él y su desgraciada suerte de siempre.

Los entrenamientos solían durar tanto que los músculos de los discípulos ardían al final del día, cuando la luna de Mannaz se cernía con gran esplendor sobre los cielos nocturnos y no podía ser opacada por ninguna de las estrellas que acompañaban su manto. Usualmente los discípulos tenían el tiempo libre después de ello y disfrutan una cena grande y merecida en grupo...usualmente los discípulos convivían armónicamente. Usualmente los discípulos tenían una cama cómoda a la que volver, usualmente los discípulos regresarían a sus hogares dentro de la residencia para estar con sus familias...

Usualmente olvidaban a Caleb.

Olvidar...olvidar...¡Olvidar! ¡Diablos! ¡Había quedado con Theo para poder pasear en el pueblo justo después del entrenamiento! ¡Diablos, diablos, diablos! ¡Si se apresuraba ahora mismo, entonces podría llegar antes y Theo no se enteraría de que lo había olvidado por un momento!

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⏰ Última actualización: Sep 18 ⏰

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