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Capitulo 8: Hogar.














Minho despertó con la sensación del peso de otro cuerpo cercano, un calor inesperado sobre su hombro. Parpadeó, y al instante, la confusión se aclaró: su cabeza reposaba sobre el hombro de Christopher. Sentía la respiración tranquila de este último mientras aún miraba al horizonte, como si no hubiera pasado la noche en vela.

Minho rápidamente se enderezó, su cuerpo tenso por el peso de la culpa. Había prometido hacer guardia junto a él, pero el cansancio lo venció sin darse cuenta. Se frotó la nuca, avergonzado por su debilidad.

—Lo siento, no quería dormirme —murmuró con la voz ronca de recién despierto, evitando los ojos de Christopher—. No era mi intención dejarte toda la guardia.

Christopher no le dirigió la mirada. En cambio, se puso de pie con naturalidad y se estiró, preparándose para otro día.

—No importa —respondió con su habitual tono seco. Su voz no llevaba rastro de reproche, pero tampoco de amabilidad. Hizo un leve gesto con la cabeza, lo que para él era una manera de dar por terminada la conversación.

Minho tragó su incomodidad. El silencio de Christopher siempre lo dejaba con una mezcla de respeto y frustración. Su frialdad, aunque no fuera agresiva, siempre lo hacía sentir diminuto. Había caído dormido en su hombro, algo que no podía dejar de sentirse como un momento de vulnerabilidad expuesta.

Minho se levantó, sacudiéndose un poco el entumecimiento de los músculos. Seungmin y Jeongin ya estaban despiertos, charlando entre ellos con una calma que Minho encontraba reconfortante. Changbin revisaba su equipo, como siempre, asegurándose de que todo estuviera en su lugar antes de salir. Siempre era así, práctico y metódico, pero con una energía que infundía confianza.

Christopher se volvió hacia el grupo, su mirada fija en ellos, aunque sin la presión de un líder demandante. Simplemente asumía el control sin pedirlo.

—Vamos a ver los apartamentos hoy —anunció con serenidad—. Changbin, Minho, vengan conmigo. No será necesario que todos vayan.

Minho sintió el peso de la decisión de Christopher. Había sido él quien había sugerido los apartamentos al inicio, pero ahora, Christopher lideraba la situación sin consultar a nadie. Sin embargo, no podía discutir con su lógica. Sabía que, si alguien debía asegurar el lugar, Christopher era la persona más adecuada para ello.

—De acuerdo —respondió Changbin con una sonrisa ligera—. Iremos nosotros tres. Los demás, quédense alerta.

Minho solo asintió, forzando una sonrisa que no alcanzó sus ojos. A pesar de lo que sentía, sabía que Christopher era quien debía tomar el mando.

***

El sol aún no estaba en su punto máximo cuando los tres se pusieron en marcha hacia los apartamentos. Caminaban en silencio al principio, con la tensión del peligro palpable en el aire. A pesar de la aparente calma del amanecer, los zombis podían aparecer en cualquier momento, y ninguno de ellos quería bajar la guardia.

Christopher lideraba, con Minho justo detrás y Changbin un poco más atrás, cubriendo la retaguardia. Minho miraba a su alrededor, pero su atención siempre volvía al frente, hacia la figura silenciosa de Christopher. La calma que emanaba seguía siendo desconcertante para él.

Después de un rato, Changbin rompió el silencio con su tono habitual de despreocupación.

—Bueno, al menos estos apartamentos suenan prometedores, ¿no? Si conseguimos despejar el lugar, podríamos quedarnos ahí un buen tiempo.

Infectados_Banginho.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora