Sométeme... utilízame... luego déjame...
Forzado a entrenar a un talentoso pero rebelde joven, Bruce Dangerfield se ve enfrascado en las dos tareas más difíciles de su vida.
Moldear a un joven a su imagen y semejanza tanto en el ring como en la cama...
¡NUEVO CAPÍTULO! ¡OJALÁ LES GUSTE MUCHO! ¡LOS COMENTARIOS SON SIEMPRE BIENVENIDOS! :D
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ZACK FARADAY
Tres fuertes golpes a la puerta bastaron para hacerle saber a su padre de su presencia en el pórtico. Ésta se abrió revelando y el coronel Victor Faraday del otro lado.
El policía apuntó al esposado Zack.
—¿Es suyo?
Su padre lo miró de un ojo a otro antes de suspirar y asentir.
—Es mio.
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Desesposaron a Zack.
—Es la tercera vez este mes.
—Lo sé, Jeff.
—Tu niño me está dejando calvo —se quitó el sombrero—. ¡MIRA!
—Lo sé, Jeff, lo sé —exhaló—. No se repetirá.
—Ciertamente no se repetirá. La próxima no lo traeré a tu pórtico, lo llevaré directo a la correccional de menores.
—Técnicamente ya no califico como menor de eda...
El policía lo apuntó con el dedo.
Zack alzó ambas manos.
Sin decir más, el policía presentó sus respetos a su padre inclinando la vísera de su gorra antes de partir.
Entraron a la casa y silencio glacial cubrió el recibidor y el resto del primer piso. Era la calma antes de la tormenta, así era siempre con los regaños de su papá, era como si jalara aire antes de abrir la boca y hacer explotar el lugar.
Esta era la tercera vez que la policía lo escoltaba a su casa después de romper la ley. Las otras tres o cuatro veces su padre tuvo que recogerlo de la estación de policías.
