La habitación estaba oscura y silenciosa cuando me desperté. Incluso en la oscuridad, podía ver nuestras manos unidas frente a mí. Cuando sus labios de repente se presionaron contra mi cuello y hombro, me alejé.
—Aún me estás rechazando...
Sonaba frustrado y herido.
—Ruyi tomará su medicina de ahora en adelante... Ruyi no le causará más problemas al Príncipe.
—¿Por qué no la tomaste en primer lugar? Debería haber sacado a esos sirvientes inútiles de aquí.
—No —nadie debería ser castigado por mi error—. Fue culpa de Ruyi.
—¿Por qué fue tu culpa? —su mano se apretó sobre la mía.
—Ru-ruyi sintió dolor pero no dijo nada —le expliqué—. Ruyi de-debería haber pedido la medicina.
—¿Y por qué no lo hiciste?
Estaba presionándome para obtener respuestas y yo estaba demasiado avergonzada como para responder.
—Dime o castigaré a todos los sirvientes que estuvieron contigo hoy.
—N-No.
—Entonces dime por qué no pediste tu medicina.
Me mordí el labio inferior mientras temblaba bajo su fuerte agarre.
—Ru-ruyi no ha visto al Príncipe hace muchos días —temblaba más mientras confesaba mis pecados—. Ru-ruyi sabía que el Príncipe estaba con su concubina y-y Ruyi quería comer con el Príncipe.
El silencio hizo que mi corazón latiera más rápido.
—Ru-ruyi —intente retirar mi mano helada de su fuerte agarre—. Ruyi nunca lo volverá a hacer.
—Ya veo... Entonces mi Wang Fei estaba celosa.
¿Celosa? ¿Cómo podría estar celosa?
—¿Por qué sentirías celos? —el Príncipe me tenía sobre mi espalda y levantó su cuerpo sobre mí. —Si quieres verme, díselo a los sirvientes y vendrán a buscarme.
Negué con la cabeza. ¿Qué derecho tengo?
—Sí —bajó la cabeza y posó sus labios sobre los míos mientras hablaba—. Si Ruyi quiere verme, vendré a verte.
Luego me besó. Había pensado resistirme al principio, pero como el beso fue suave y lento, le respondí.
—Todo el cuerpo de Ruyi está frío —habló suavemente contra mis labios mientras sus manos recorrían mi cuerpo. —Déjame calentarte.
Había olvidado que estaba desnuda hasta que su mano caliente estuvo de repente sobre mi pecho desnudo. Empujé su brazo y él apretó mi pecho con firmeza. Mi cuerpo se dobló hacia adelante, haciéndolo reír suavemente.
—Ruyi, si no te resistes, prometo ser gentil —profundizó su voz mientras su mano apretaba mi pecho con más fuerza. —Si te resistes ahora, iré a buscar a alguien más con quien ser gentil.
Entré en pánico y me aferré a su brazo. Él estaba sonriendo, pero no estaba segura de si me estaba tomando el pelo. De repente, tuve miedo de que se fuera.
—No —dijo con suavidad—. Esta noche, incluso si te resistes a mí, te tendré; sólo tú, Ruyi, me servirás.
Cuando sus labios besaron los míos una vez más, me abrí para él. Temblé cuando su beso se hizo más profundo y su mano se deslizó por mi cuerpo.
—Ruyi —retiro su lengua—. Respira... necesitas respirar mientras te tomo, ¿entiendes?
Temblé cuando sus dedos se deslizaron dentro de mí, frotando y presionando.
—Ruyi, incluso tu interior está frío.
La presión de sus largos dedos dentro de mí me dificultaba la respiración.
—Respira, Ruyi.
Jadeaba contra sus labios, incapaz de evitar que mis caderas se movieran ante la sensación de sus dedos calientes moviéndose más profundamente dentro. Cuando de repente me vine en sus dedos, traté de alejarme pero no pude con su fuerte agarre. Temblé al ver sus ojos oscuros mirándome mientras se lamía los dedos para limpiarlos. Débil y aturdida, lo miré fijamente mientras colocaba mi pierna temblorosa en sus caderas. Nuestros ojos se encontraron mientras sentía algo duro, espeso y caliente empujado dentro de mí. Fue doloroso, pero al mismo tiempo, se sintió extrañamente dulce. Me encontré aferrándome al cuerpo fuerte y duro del Príncipe mientras él enterraba sus labios contra mi cuello. Sus caderas empujaban cada vez más fuerte contra mí, como si estuviera desesperado por llegar más profundo dentro de mí.
—Ruyi —habló con un aliento caliente contra mi cuello. —Ruyi.
Me sentí muy llena cuando él estuvo completamente dentro de mí. La sensación me hizo llorar. Levantando su cuerpo para mirarme a los ojos, el Príncipe sostuvo mis manos.
—Ruyi... Con estos labios, di mi nombre...
—Príncipe...
—Ese no es mi nombre.
Lo miré por un momento y finalmente dije su nombre suavemente.
—No puedo escucharte.
—Jian...
Sonriendo, se inclinó para besar mis labios con un beso profundo mientras comenzaba a mover sus caderas hacia atrás y hacia adelante.
—Ruyi...
Sentí que la cosa dura y poderosa se expandía más dentro de mí, haciendo que mi cuerpo se apretara aún más a su alrededor. El poderoso Príncipe sobre mí, dentro de mí, se desplomó contra mi cuerpo mientras sus caderas empujaban hacia atrás y hacia adelante en un frenesí. Entonces, justo cuando estaba a punto de desmayarme por la intensidad, sus manos agarraron mi trasero. Mi cuerpo se mantuvo quieto mientras me llenaba con su esencia caliente. Ni siquiera podía llorar porque mi respiración estaba atrapada en mi garganta.
Antes de perder el conocimiento, sentí un tierno beso en mi frente.
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