Desperté viendo un hermoso techo de madera con tallados florales. Las débiles voces cercanas me hicieron mover mi cuerpo para ver quién era.
—No te muevas.
El Príncipe corrió a mi lado y me empujó contra la pared. Observé en silencio mientras me tocaba la frente y las mejillas. Confundida, me pregunté qué había pasado.
—Ven y revisa su estado.
Entonces un hombre mayor extraño se acercó y tocó nerviosamente mi muñeca. Retiró su mano tan pronto como tocó mi piel helada.
—¿Qué estás haciendo?
La voz enojada del Príncipe sacó al médico de su trance. Nuevamente, tomó mi muñeca y me tomó el pulso.
—Esto...
Una vez que el médico dio un paso atrás, el Príncipe se movió a mi lado y tomó mi mano. Estaba confundida y sorprendida de que mi mano helada no asustara al Príncipe.
—No estoy segura de si es bueno o malo que la joven viva.
Los ojos del Príncipe se volvieron asesinos.
—Duque Haijin, este súbdito no tiene malas intenciones.
—Explícamelo —el Príncipe solo quería escuchar la razón.
—Este súbdito había dicho anteriormente, que el veneno ya fluía por las venas de la joven señora... lo ha estado haciendo durante años —El anciano me miró con lástima—. Antes de este incidente, la joven señora probablemente experimentaba dolor y escalofríos de vez en cuando...
—¿Qué quieres decir? —la voz del Príncipe se elevó, sus ojos se volvieron más letales.
El doctor me miró nervioso esperando la respuesta.
—¿Es verdad?
Los ojos del Príncipe se posaron en mí.
—¡Respóndeme! —gritó cuando no respondí.
Guardé silencio.
—¿Por qué te niegas a hablar conmigo incluso durante este momento? —envolvió un brazo alrededor de mi cabeza y me acercó a su pecho—. ¿Por qué no me hablas?
¿Qué podía decir? ¿Qué quiere que le diga?
—Duque Haijin —el doctor vaciló—. Mientras la joven señora sobreviva a este incidente, su vida a partir de ahora será difícil... el veneno mezclado en su sangre se activará con más frecuencia. Podría ser doloroso. Aún más ahora que-.
—¡Cúrala!
El doctor inclinó la cabeza.
—¡Cúrala o te mataré a ti y a toda tu familia!
El doctor no se atrevió a levantar la cabeza.
—¿Cuánto tiempo me queda?
Mi pregunta sorprendió tanto al doctor como al Príncipe.
—Este súbdito no sabe... —dijo suavemente después de un largo silencio—. Podría ser hoy, mañana, dentro de un año, dentro de 10 años, dentro de 50 años... que hayas vivido hasta ahora significa que te has acostumbrado al veneno en tu cuerpo.
La habitación quedó en silencio una vez más.
—Este súbdito no puede curar esto... —me miró con tristeza—. Sólo puedo intentar aliviar el dolor...
—¿Cómo? —pregunté.
Dudó de nuevo y miró al Príncipe.
—Dilo —ordenó el Príncipe.
—Flor de sangre, Datura, maioka, adelfa y espuela de caballero.
—¡Quieres darle más veneno!
El Príncipe parecía que iba a matar al hombre si decía una palabra más.
—Duque Haijin —dijo el doctor, inclinando la cabeza y continuando—: La señora ha vivido con el veneno polvo blanco durante años. Ningún tónico podría ayudarla ahora. Ya es demasiado tarde. La única medicina que queda es el veneno.
El Príncipe claramente no se lo creía. No quería correr el riesgo de darme más veneno.
—Por favor, déjame intentarlo —le dije al doctor.
—¿Quieres morir? —el Príncipe sustuvo mi mejilla, haciéndome mirarlo.
—Muerta o viva, Ruyi no quiere sentir dolor... —miré sus ojos oscuros—. Por favor, no más dolor.
Al escuchar mi súplica, el Príncipe me envolvió con sus brazos y me abrazó.
—¿Sientes dolor?
No quería admitirlo, pero no podía detener el temblor.
—Duele... —finalmente admití.
—Prepara la medicina —la voz del Príncipe era suave mientras me sujetaba con fuerza—. Vete.
El doctor salió rápidamente de la habitación para preparar la medicina.
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