El Universo en Perspectiva || ZaGr || Invasor Zim

Sujétense a sus sillas con

Arco dos, Cap 7.- Death Proof 3/?

18 horas antes

—No está, vámonos, deja que los que pensamos hagan los planes—Dib seguía golpeando el metal con el puño. Tomaron bastante material en un tiradero de naves viejas, con eso podían modificar la motocicleta de Gaz, lo que reducía su búsqueda a una nave más para poder calificar. Dib inmediatamente pensó en ese irken de cabeza redonda que tan amablemente les invitó anoche.

—Cállate, Zim. Es lo único que se me ocurre ¿o tienes a alguien en mente para que te preste una nave? —más golpes, gritó a las ventanas en forma hexagonal— ¡Bobby! ¡Somos nosotros! ¡Por favor abre!

— ¡Yo no conozco a ningún nosotros! ¡Largo! —Zim gruñó, alzó a Dib al estilo novia y sacó las piernas de araña de su PAK escalando varios metros hasta que pudieron alcanzar el tercer piso. Rompieron el vidrio cuando entraron— ¡Oigan! ¿Qué están locos?

El pequeño irken llevaba puesta una bata color vino y una taza con café que ya estaba derramando por el suelo.

—Pesas más que tu hermana, Dib gusano.

—No hables de mi hermana, cucaracha—Dib prestó atención a Bobby—. Bobby necesitamos un enorme favor.

—Oh son ustedes, perdón, pensé que eran los idiotas de los impuestos.

— ¿Impuestos? Pero si en Irk no...

—En Irk no se cobran impuestos, lo sé, lo sé, pero sí a los que no trabajan para la armada. He pensado en cerrar el bar y dedicarme al transporte mercantil, pero resulta lo mismo. Hace mucho que Irk no es lo que solía, amigos.

Dib y Zim intercambiaron miradas. Bobby se veía pequeño, encorvado y con una extraña malformación en la cabeza, el trabajo de años mal remunerado y sin esperanza a mejoría se notaba en esas rodillas encorvadas y los círculos verdes oscuros bajo sus ojos. Eso es lo que hace el imperio con los irkens comunes.

—Bobby, la próxima competencia tiene requisito de tres naves—Dib tomó la palabra, no quería que eso se convirtiera en una charla interminable, ese Bobby le recordaba a su propio abuelo Julian, el hombre se tiraba a platicas interminables que se veían interrumpidas sólo cuando era hora de comer o del café—Vamos a modificar una moto para que pueda contar como vehículo, pero necesitamos un tercero. ¿Crees que podrías ayudarnos?

Sonrió, como quien espera hace años que le hagan esa pregunta.

—Tengo justo lo que necesitan. ¡Pero! Zim—señaló al que se limaba las garras en el piso—tendrás que darle promoción al bar, cuando estuvieron aquí el lugar se llenó, necesito eso. Y tienes que ganar—el signo de dineros se dibujo en los ojos de Bobby, conocía de ciertos irkens que sin duda disfrutarían una buena apuesta a la hora feliz.

—Es un trato Bobby—respondió Dib estrechando las garras.

[...]

—Entonces ¿la misión será alcanzar el otro lado de un estúpido cañón mientras disparamos a unas criaturas? No suena tan difícil—afortunadamente Dib tuvo la buena idea de sacar la moto del compartimento de almacenamiento antes de irse. Ambas trabajaban en esta sin descanso, tratando de adelantar todo el trabajo posible.

—No se trata sólo de alcanzar el otro lado. Las ráfagas de viento que se forman dentro de esas rocosas pueden aplastar flotillas de nave. No hay como tal un suelo y los krubans hembra son muy agresivas. Los machos lo son aún más en esta época del año. Vamos a pasar justamente por el medio de su zona de apareamiento—Tak retiró las llantas, tenía una mirada preocupada—. Este vehículo terrestre no parece muy seguro para el terreno.