cuando las estrellas se alinean ➳ flashlight

Veintitrés ✦ Confesión borracha

Flash no sabía si el balbuceo que estaba soltando Twilight, creyendo que estaba cantando, era lo más tierno que había escuchado, o era lo más raro que había escuchado que creía que era tierno.

La ojimorada lo era. Eso era cierto.

Pero que fuera mientras estaba con sus sentidos más que desbordados porque con Sci-Twilight creían que eran resistentes al alcohol, lo tenía con unas cuantas dudas.

Sunset no era una experta en tratar con su novia en un estado como ese porque las probabilidades de que Sci-Twilight creyera que emborracharse era curioso, eran nulas, pero si lo era consigo misma así que, le dijo que solo la dejara dormir, o que le lance agua.

Después de todo, la que sí era del mismo mundo que Twilight tenía más credibilidad.

Claro que Flash no le lanzaría agua a su novia.

Y más si Twilight se abalanzó sobre sus brazos para descansar porque "el espejo que estaba al frente suyo, hablaba demasiado." Flash no se tardó en responderle con las llaves de su auto, como indicación de que se irían. El guitarrista creía que sería sencillo que Twilight se mantuviera dormida en lo que llegaban a su departamento.

Se suponía que lo estaba.

Pero en lo que se estacionaba, Twilight comenzó a reírse. Y Flash se asustó.

Aún así, no se quejaba. Tal vez la ojimorada aún estaba ebria, pero Flash necesitaba que le diera una mano para que, como sea, descansara.

Twilight estaba animada. Era como si hubiera comido uno de esos brownies que Rainbow horneaba cuando necesitaba azúcar en su sistema. Casi se desmayaba, pero bueno. Nada que un café no solucionara.

— ¿No quieres un café, Princesa? —le preguntó mientras encajaba su llave en el cerrojo de su puerta.

—No —se aferró, con fuerza a su cuello.

Flash rio cuando escuchó como soltaba un chillido. Sin querer, Twilight se había tambaleado: — ¿No quieres que te baje?

La ojimorada estaba mirándolo como si le hubiera dado una mala noticia.

En esos años que Flash se había convertido en un invitado más que frecuente en algunas fiestas de sus amigos, porque Twilight siempre estaba contenta con verlos, su cabeza no tardaba en recordarle unas cuantas características en sus amigos cuando estaban ebrios. Y con mucha esperanza, Flash esperaba que si Twilight entraba en su categoría de "cariñosos" como Applejack que le cantaba canciones románticas a Rarity, que era "enfadada", le cooperara con su descanso.

—Nooo... —le murmuró, con cansancio Twilight mientras la bajaba, para sentarla sobre su cama—. N-no me sueltes... Me gusta estar contigo... —agregó, deslizándose entre sus palabras se alzaba, con rapidez. El más alto no se demoró en sostenerla cuando notó que estaba tambaleando—. Eres tan fuerte —le aduló, con una sonrisa en su rostro que, cada vez más, le acercaba.