Después del baile

12 Al descubierto

-¡Vaya, vaya! ¡Que sorpresa verlos aquí!
-¡Cresida Cowper! El diablo en persona.
-Cuidado Señor Bridgerton, no debería hablarme así, mucho menos habiéndoles descubierto.
-¡Bah! Si te refieres a que andamos solo sin chaperón, pues déjame decirte que Pen y yo está noche nos comprometeremos, por cierto, si quieres ir, estás invitada.
-¡No me refiero a eso! Me refiero a que Penelope es Lady Whistledown.
-Jajajajjajaja, ¿de dónde saca tal aseveración? Mi Pen es una dama... no se puede llamar así a cualquiera.
-Siempre pensé que era usted el más caballeroso de los Bridgerton, pero ahora veo que es el más tonto. Dile Pen, dile quien eres realmente.
-¡Basta! No tengo porque seguir escuchando tonterías.

Colin tomó de la mano a Penelope, la sintió fría, como hielo, la subió al carruaje y tomó lo que había escrito, Cressida todavía estaba allí, como vigilando lo que hacían, él la ignoró y entró a la imprenta.

-¡Lo envía Lady Whistledown! Favor de publicarlo hoy mismo.

Y sin dejarle tiempo al dueño de que dijera algo, salió de la imprenta y se subió al carruaje. Al cerrar la puerta Penelope comenzó a llorar.

-Soy una tonta, Colin. Cressida va a exhibirme ante la sociedad.
-Esa maldita no hará nada.
-Pero... ¿la escuchaste?... me dijo que soy...
-Yo soy Lady Whistledown
-¿Qué?
-Siiiiii, a partir de hoy seré quien venga a la imprenta a dejar el manuscrito.
-No, Colin.
-No voy a permitir que te sigas arriesgando, ahora eres mía y por ti daré incluso mi vida.

Penelope estaba realmente desconcertada por el comentario de Colin, se estaba apropiando de Lady Whistledown solo para protegerla, para que Cressida no la humillara de nueva cuenta ante la sociedad.

-Colin, no puedo permitir que hagas esto. Serás rechazado y sé que no lo soportarías.
-Pen, yo puedo soportar cualquier cosa por ti. ¿No has entendido que ya no puedo dejar de amarte? Eres en lo único que pienso y si por ti tengo que desaparecer de la sociedad, créeme que lo haré, así que después de la boda nos podemos ir al campo.
-¡Ay Colin! pero sólo si Cressida me descubre.
-¿Qué quieres decir?
-Ella querrá algo, la conozco. Solo esperará el momento para solicitarlo.

La noche ha llegado. Colin está nervioso, anhela que Penelope entre en el salón, correr a decirle delante de la sociedad de que la ama, que todos se enteren y entonces pedir una licencia especial para casarse con ella lo más pronto posible. La necesidad por poseerla es grande, pero la preocupación de que se sepa quién es ella, es más grande. Después de la fiesta de compromiso iría a visitar a Cressida Cowper, para saber realmente que es lo que quiere.

Penelope entró en el salón, llevaba un vestido en tono rosa, sus pechos sobresalían de manera decorosa, pero para Colin era tan llamativo, que quería tomarla de la mano y encerrarse con ella, se sintió tan maravillado al verla, que por un momento se olvidó de lo que estaba sucediendo con Cressida.

-¡Buenas noches, Penelope!
-¡Buenas noches, Colin!
-¡Buenas noches, señor Bridgerton!
-¡Señora Fedherigton, un placer volver a verle!
-¡¡Gracias hijo!! - lo abrazó, Colin supo que ella estaba cambiando, lo recordó cuando escuchó sus palabras en la noche que se metió debajo de la cama de Penelope y luego al ver las lágrimas de ella, sabía que Portia no era una buena madre, pero que en verdad ahora si, lo estaba intentando.
-Adelante... ven Pen, si me permite quiero hablar con mi prometida.
-¡Sí, claro! Vayan.

Colin le tomó la mano y antes de que alguien más se diera cuenta de que ella había llegado, la llevo al estudio más cercano, la tomó de la cintura, rozó con sus dedos su rostro y le dio un beso, primero lento, luego intenso y acercó más su cuerpo.