3. Más que amigos, mucho más.

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El día parecía que estaba a su favor, un sol radiante, nubes dispersas, agradable calor, soportable, pero lo mejor fue que vió a Penélope sola en el jardín, Eloise no estaba ni remotamente cerca, se aseguró de que así fuera. Por ello, tomo valor y fue a hablarle. Ella estaba totalmente dispersa en sus pensamientos, mirando las flores, como si las estuviera analizando, en qué estaba pensando, no importa, lo que realmente le interesaba a Colin era confirmar esos sentimientos que le había expresado a Eloise el día anterior. ¿Realmente su querida Pen estaba enamorada de él? ¿Cómo es que no se había dado cuenta? 

Sigilosamente se acercó, justo al oído, casi en un susurro...

-Te ves hermosa admirando las flores-

-¡Colin!- su piel se supo sensible ante su susurro. 

-¡Hola Pen!

-¿Ya no estás molesto?

-No, bueno, sólo un poco.

-¿Cómo?

-¿Realmente quieres que me olvide de que me engañaste, en más de una ocasión? 

-¡Ay! Vas a comenzar de nuevo- Se giró y sus pies quisieron andar, pero Colin se le atravesó en el camino. 

-Hay una forma de perdonarte por completo. 

-¿Ah si?, ¿Cuál?- lo miró de forma tan intensa, que Colin sintió que atravesó su alma. 

-Quiero que nos escapemos mañana. 

-¿Qué? 

-¡Sí!, que me acompañes por todo un día a una expedición. 

-Esta bien, ¿pero Eloise?

-¡Bah! No te preocupes por ella, encontrará que hacer. 

-No me puedo ir por todo un día y no decirle nada a mi mejor amiga.

-No te preocupes, le dejaré una nota por la mañana.- Le tomó ambos brazos con sus manos fuertes, pero no apretando, sólo un poco insistente. -Sólo te pido que te pongas un vestido cómodo y nada de zapatillas, por favor. 

-Esta bien Colin. Con tal de recuperar tu amistad, te haré caso. 

La mañana siguió recorriendo, en un rato Eloise se les unió, los miró raro pero no preguntó nada, desayunaron y almorzaron los tres juntos, pero Colin no dejaba de observar a Penélope y ella sentía que sus miradas penetraban su alma. Eloise estaba dispersa, más que de costumbre, era raro en ella, pero como ellos estaban absortos en su situación, no pudieron notarlo. Al terminar el almuerzo, las chicas se fueron a la habitación de Eloise y Colin salió. ¿A dónde iría? ¿Qué estaba tramando su guapo amigo Bridgerton? Penélope lo vio salir, pero en la noche no pudo verlo regresar. Finalmente en su recámara se quedó dormida, no sin antes dejar todo listo para emprender la huida a la mañana siguiente. 

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-Pen, es hora de marcharnos- 

-¿Colin?- abrió los ojos y apenas se divisaban los primeros rayos de sol. -Es muy temprano-

-Arréglate lo más pronto posible, nuestro carruaje espera, amiga. 

El término de amiga de le dio un poco de paz, pero verlo tan cerca en la intimidad de la habitación ya había alterado puntos sensibles en su ser. 

El carruaje tardó más de media hora en realizar su recorrido, y no podía ver por las cortinas, la verdad es que Colin era un buen conversador, porque todo el rato la estuvo distrayendo para que ella no intentara abrirlas. Finalmente el carruaje se detuvo y la tomó de la mano para ayudarla a bajar. Colin Bridgerton, siempre caballeroso, pensó. 

Después del baileDonde viven las historias. Descúbrelo ahora