💖Capítulo 41: El juramento inquebrantable.💖

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Al día siguiente, por la tarde, estaba lloviendo.

Bellatrix: ¿A dónde vas?

Narcisa: Voy a ir a ver a Severus, - dijo cubriéndose la cabeza con la capucha de su capa - voy a pedirle que ayude a Draco.

Bellatrix: No puedes hacer eso.

Narcisa: Lo haré. - dijo bajando las escaleras que llevaban a la salida de la mansión.

Bellatrix: Espera, voy contigo. - dijo haciéndose aparecer otra capa con capucha, se la puso y fue con ella.

Las dos se aparecieron en la Hilandera, Spinner's End, a unas calles de la casa de Severus, Narcisa estaba muy preocupada por su hijo, por eso, iba a pedir ayuda a Severus, caminaba rápido.

Bellatrix: ¡Cissy, espérame! - dijo corriendo para alcanzarla.

Narcisa: Pensándolo bien, sería mejor que te marches, Bella.

Bellatrix: Cissy, no puedes hacer esto, no puedes fiarte de él.

Narcisa: Es el mejor amigo de mi marido, el padrino de mi hijo y su hija es mi ahijada, somos familia, además el Señor Tenebroso confía en él.

Bellatrix: El Señor Tenebroso se equivoca.

Narcisa: No me importa lo que pienses, Bella. - llegaron a la puerta de la casa de Severus.

Bellatrix: ¿Aquí viven?¿En este chiquero muggle? Debemos ser las primeras de nuestra clase que pisamos este lugar. - Narcisa, ya había estado más veces allí, al igual que Lucius y Draco, cada vez que iban a visitar a Severus y a Eileen, la última vez fue hace unos días cuando después del juicio de Lucius, Narcisa dejó a Eileen allí.

Narcisa: ¡Cállate, Bella! - Narcisa tocó la puerta, Peter abrió, las saludó y se hizo a un lado para que pasaran, ellas entraron, se quitaron sus capas en la entrada y las dejaron allí colgadas en un perchero, Narcisa también dejó una bolsa que había traído.

Eileen que estaba leyendo un libro de pociones en su habitación, había escuchado que habían tocado la puerta, dejando de leer, salió de su habitación, se asomó por la barandilla de las escaleras y vió a su madrina y a Bellatrix entrar, fueron al salón donde Severus se encontraba sentado en un sillón leyendo el Profeta (en el que salía las noticias del juicio de Lucius y de Harry Potter, ¿el elegido?, también decía que los mortífagos estaban armando el caos y el pánico en el mundo mágico y muggle, desapariciones, muertes, torturas, (Elizabeth también formaba parte de estos disturbios), habían secuestrado a Olivander, el fabricante de varitas, por tanto, estaba desaparecido (estaba encerrado en las mazmorras de la mansión Malfoy) y habían destruido el puente de Londres en el que hubo muchos muertos y heridos muggles).

En cuanto Severus sintió entrar a Narcisa y a Bellatrix, dejó de leer y cerró el periódico, las miró.

Severus: Narcisa. - dijo levantándose y dejando el Profeta, se acercó a ella - Qué agradable sorpresa. - miró a Bellatrix - Hola Bella - dijo con su tono de voz y semblante habitual de siempre, pero interiormente se divertía al ver que Bellatrix lo miraba con desprecio y fulminándolo con la mirada, ella no le contestó - ¿Qué hacéis aquí? - dijo preguntando a Narcisa, pero mirando a Bellatrix, lo decía por ella, no por Narcisa, ella podía venir cuando quiera, con los Malfoy eran familia.

Narcisa: ¿Podemos hablar?

Severus: Por supuesto. Por favor, siéntate. - dijo señalándose un sillón, Narcisa se sentó, Bellatrix se quedó parada detrás de ella, Peter seguía allí parado en el marco de la puerta. - Colagusano, tráenos algo de beber.

Peter: ¡Yo no soy tu criado!

Severus: Creía que el Señor Tenebroso te colocó aquí para ayudarme.

Eileen SnapeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora