Un corazón consumido por la oscuridad

El secreto de Visenya

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Los hijos de Rhaenyra y Daemon estaban reunidos en la torre de Maegor nuevamente, esta vez no escondiéndose de sus padres, sino que estaban todos reunidos porque Visenya había pedido por ellos.

- ¿Segura que quieres que yo también esté acá?- preguntó Aemon nervioso y Visenya tiró de su mano para cerrar la puerta.

- Eres nuestro hermano, empieza a sentirte como tal- dijo Visenya y Aemon asintió.

- Mataré a Aemond- dijo Aegon mirando a Visenya- Le cortaré las bolas y luego lo colgaré de la verga desde esta misma torre- dijo él y Visenya le arrojó un cojín de la cama cercana.

- No es una solución- dijo Visenya mordiéndose las uñas.

- Nos iremos al norte, hace mucho que planeamos esa incursión- dijo Alyssa y Viserys asintió.

- Es una buena idea- dijo Viserys apoyado en sus bastones porque ya hace un mes había vuelto a dar algunos pasos y nadie lo podía hacer volver a su silla de ruedas.

Todo gracias a la ayuda de Erryk Cargyll y de Aemon que se dedicaban día a día a ayudarlo con sus terapias.

- ¿Qué opinas tú?- dijo Visenya mirando a Aemon que estaba nervioso.

- Creo que lo mejor es - dijo Aemon y Visenya rodó los ojos. Casi podía interpretar la respuesta de su hermano antes que la dijera.

- NO le diré a mamá, ¿Algún día te despegas de las faldas de mamá?- preguntó Visenya y Aemon rodó los ojos.

- Viví años lejos de ella ¿Tienes algún problema con que quiera estar cerca de ella?- preguntó él y Visenya sonrió casi con ternura.

- No, solamente es extraño- Dijo Visenya y Aemon se encogió de hombros.

Amaba a su madre, y la necesitaba, eso no cambiaría.

- No creo que decirle a mamá sea una buena idea, ella sabe que papá reaccionará mal, y se meterá en problemas por nuestra culpa- dijo Visenya luego de un momento, recostándose en la cama y cerrando los ojos.

- Elegiste el peor momento para esto- gruñó Aegon mirando enojada a su hermana- ¿Cómo pudiste quedar embarazada?- preguntó él y Visenya suspiró.

- ¿Te explico el como o ya lo sabes?- preguntó Visenya y Aegon la miró enojado.

- No vengas con bromas ahora Visenya- gruñó Aegon y Visenya maldijo.

Quería llorar, quería un abrazo de su madre, pero no iba a llorar frente a sus hermanos.

- Simplemente pasó- dijo Visenya maldiciendo.

¿Su padre la dejaría casarse con Aemond ahora? ¿O iba a matar a Aemond?

Visenya quería llorar, se sentía desesperada, ella siempre había sido uno de los orgullos de su padre, siempre la felicitaba, rara vez la regañaba y ahora, ella sería su mayor decepción.

Su madre estaría muy molesta, pero su padre estaría furioso, ella lo sabía.

Había quedado embarazada de Aemond, había ido con un maestre de confianza, que no hablaría, y había confirmado sus temores.

Ella tenía 2 meses de embarazo y pronto se comenzaría a notar.

- Me iré del reino, volveré cuando mi hijo ya haya crecido y padre no pueda ponerse tan furioso- dijo Visenya y Aemon se sentó a su lado.

- Visenya ¿Realmente crees que escapar es la opción? Sinceramente, incluso yo se que papá es demasiado inteligente, te encontrará en cosa de días- dijo Aemon y Visenya se recostó contra su hombro.