I AM YOU ─── jangkku

xviii. reencuentro

capítulo dieciocho
reencuentro

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DECIR QUE JANG WONYOUNG ESTABA NERVIOSA, era poco para lo que estaba sintiendo la jovencita en este instante.

Las manos le temblaban y podía fácilmente vomitar en el pasillo de su compañía, todo producto de la ansiedad y nervios que le provocaba aquella situación.

Se cuestionó por qué había accedido hacer eso, pero cada vez que esa pregunta entraba en su cabeza, la imagen de Sunghoon venía a su mente.

Porque sí, ella estaba dispuesta a luchar por lo que tenía con Sunghoon. Incluso cuando en el proceso deba enfrentarse a otras personas y situaciones, pero ella anhelaba tanto que funcionara.

Jugó con sus manitas, pensando que después que mucho tiempo vería de nuevo a Sunghoon. Apretó los labios, imaginando cómo sería su reencuentro, ¿Debería abrazarlo? Abrió sus ojos de par en par, ¿Qué tal si se besaban? Se le sonrojaban las mejillas al imaginarse que tal vez podría sentir sus labios contra los de ella, de nuevo.

Mientras la jovencita se sumergía cada vez más en las posibilidades que su cabeza creaba, un hombre —vestido completamente de negro— entró por la gran puerta de Starship entertainment, llamando la atención de un par de trabajadores cuando reconocieron al muchacho.

Wonyoung soltó un suspiro, preguntándose cuándo llegaría Sunghoon. En cuanto lo hiciera, ambos entrarían a la oficina en donde estaban sus dos ceos, esperando que las cosas salgan de la mejor manera.

—¿Wonyoung?

Alzó la cabeza de inmediato en cuanto escuchó su voz. Fue algo diferente escucharlo tan cerca y no a través de una pantalla con la conexión inestable.

Y ahí estaba él.

Wonyoung podía jurar que algo había cambiado en él durante ese tiempo que se marchó, aunque seguía manteniendo esa carita de niño, pero en una versión un tanto exhausta.

—Sunghoon— Susurró tan inaudible que temió que él no la escuchara. Pero cuando vio la sonrisa que se abrió entre sus labios, no pudo evitar soltar una risita.

Lo próximo que sintió fue cómo él la envolvía fuertemente en sus brazos, aferrándose a su cuerpo e inhalando su esencia. Y Dios , Sunghoon la había extrañado tanto que ese abrazo no era suficiente, necesitaba sentirla, saber que estaba allí de verdad y que no era otra de sus fantasías como cuando estaba en el tour junto a los chicos.

Y fue ahí, en ese abrazo que significaba tanto para ambos, donde Sunghoon sintió más miedo.

Wonyoung estaba convirtiéndose en alguien importante para él en tan poco tiempo, que le asustaba. Entraba en pánico cada vez que su propia mente le jugaba malas pasadas y le recordaba lo prohibido que era aquello, pero a la vez su corazón latía con fuerza al pensar que estaba jugando con fuego de muchas maneras.

—Te extrañé— Se atrevió a decir la ahora rubia.

Sunghoon al escuchar sus palabras se separó levemente, la sorpresa bañando su rostro cuando vio el cabello de la chica. Tomó un par de mechones entre sus dedos y los admiró, provocando que Wonyoung se riera, ya que el chico solo había notado su cambio hasta ese instante.

—Tu cabello... —Empezó incrédulo— Woah— Exclamó porque verdaderamente no podía poner su cerebro en funcionamiento para decir algo.

Solo podía perderse en la cara de Wonyoung. Él podía jurar que se veía mucho más bonita, y es que esa jovencita se le hacía lo más hermoso del mundo y tenerla tan cerquita le ponía el corazón a latir tan fuerte, que le era imposible concentrarse.

Su rostro se inclinó un poco, buscando un poco más de contacto con Wonyoung. Y poco le importaba que tal vez los estuvieran viendo, él la había extrañado a morir y ahora que la tenía justo ahí, no dudaría en buscar un poco de ella.

—Debemos entrar— La muchacha fue la voz de la razón entre los dos, pero su autocontrol parecía flaquear al sentir el roce de los labios de Sunghoon.

Sus fantasías de sentir de nuevo sus besos, a punto de hacerse realidad.

—Sunghoon... —Susurró contra los labios del chico, casi como una advertencia de que si continuaba, ella no iba a tener la fuerza de pararlo.

Así que simplemente chocó sus labios contra los de ella, en un beso —que a diferencia de los anteriores— estaba lleno de necesidad , pasión y tantas ganas que les abrumaba a ambos.

Las manos de Sunghoon se deslizaron hasta su cintura, jadeando levemente al sentir la suave y cálida piel de Wonyoung, descubierta por el crop top rosado que traía puesto.

Wonyoung sentía que podía derretirse ante su toque. Y, mientras él atacaba sus labios, sin importarle dónde estaban, se aferraba a su cintura de una manera tan delicada, que sentía que ese momento, allí entre sus brazos y recibiendo su cariño, podía quedarse.

Ella podría acostumbrarse a aquello.