XVI

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- ¡Jiang Wangyin! -
Jiang Cheng estaba de rodillas, enfrente de su Madre frente a el mirándolo con furia y decepción en sus ojos. Mientras de Zidian brotaban chispas moradas. Estaban en el salón del trono de los líderes Jiang; sus Padres.
Fengmian estaba sentado en su lugar de Líder de Secta, con las manos en el rostro, Wei Wuxian les contó todo. Estaban decepcionados por su hijo. Madame había por fin había convencido a su esposo sobre que no se rompa el compromiso de su hijo con el actual Joven Líder Lan, pero ahora no sabía si haber abogado por su hijo fue bueno al salirle con eso.
- ¡Jiang Wangyin levanta la mirada, tuviste el valor de enfrentarnos solo para salvar tu unión con ese Lan, ahora ten el valor de enfrentarnos por tu error! - Mándame ama a sus hijos, pero no solo por ese amor dejara que cometan errores; es sabido que para aprender hay que equivocarse pero tampoco que lo hagan a propósito por sus caprichos.

Jiang Cheng levantó lentamente con nerviosismo a ver el rostro de su Madre, y como se imaginó estaba con el rostro en furia por sus cejas muy fruncidas.
- M-Madre... Y-yo... - Se detuvo. No sabía que decir, disculparse no sonaba mal pero las disculpas no van con su Madre.

- Tu que Jiang Wangyin - Jiang Cheng sabía. Lo sabía. Sabía que su Madre estaba realmente enojada cuando lo llamaba “Jiang Wangyin”.
Jiang Cheng volvió a bajar la mirada, en ese momento quería tener a Lan Xichen enfrente para matarlo, todo era culpa suya. El fue el de la idea, por qué el tenía que pagar por eso. Definitivamente no le perdonaría por la decepción que sienten ahora sus Padres hacia el.
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Aunque...


- Sigo esperando Jiang Wangyin -

- Madre.., se que estás muy enojada - Hablo con la cabeza agachada aún.

- Es bueno que estés ya enterado - Parece que hablo sarcásticamente Madame Yu.

- B-bueno Madre.., solo, tengo por decirte que yo y Lan Hua- Xichen, tenemos ya una fecha, ¡pero te juro!. Te juro que no eh tomado la decisión de que lo hagamos a escondidas, solo fue una sugerencia de Xichen, nosotros no queríamos que nos separarán... - Fue lo único que dijo y calló al terminar.

- ¿Entonces ese idiota fue quien te a estado forzando a esa idiotez? Bien.., no debí confiarte a ese Lan - Jiang Cheng levantó la cabeza rápidamente y se puso nervioso; Su Madre matará a su pareja. Eso está bien pero a la vez no le gustaría.

Madame paso por el lado de su hijo aún de rodillas pero se había levantado rápido y tratar de detener a su Madre que seguro iría a Gusu-Lan. Pero la voz de su Padre le detuvo.

- A-Cheng... - La voz era suave, era mucho más calmada que la de su Madre. Jiang Cheng se volteo; Sintió un dolor en el pecho al ver los ojos decepcionados de su Padre, eran mucho más doloroso que los de su Madre y sus palabras duras.
- Tu Madre se encargara de todo este problema, yo ya no me opongo a nada de lo que decidas, si quieres o no estar con el Líder Lan esta todo en manos de tu Madre. Ella verá si decíde realmente romper esto. Ya tengo suficiente, y ver cómo actúas inmaduramente solo me demuestras que tal vez no haiga union alguna - Jiang Cheng estaba dolido por las palabras de su Padre, y el mismo Fengmian también lo estaba de si mismo por decirle esas palabras a su cachorro, pero lo hacía por su bien. Ahora solo dejaría todo en manos de su Madame.

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- Entonces tu abuela fue a romperle las piernas a tu papá, tuvieron que intervenir muchos Lan para salvar a tu padre de una terrible muerte cielo - Hablo el Omega a la pequeña frente a el.

- ¿Eso es cierto? - El Omega Lan asintió con una sonrisa divertida, junto a él a su esposo mirándolos enternecido pero avergonzado.
Luego se escucho una hermosa risa infante en todo el Hanshi de la Secta-Lan.
- Papá debió estar asustado! - La pequeña se burló de su Padre, quien la tomo rápido y alzó en el aire estando sentados ellos en la cama.

- ¡No sabes cuánto mi bella flor, tu abuela da mucho miedo con solo su sombra hahaha! - Lan Xichen habló, habían pasado años desde todos esos sucesos. Eran lindos, hermosos si solo estaba su bello loto junto a él.

- A-Huan... No hables como si mi Madre fuera un mounstro horrible - Lan Cheng le regaño a su esposo con su hija en brazos.

- No me atrevo ni a pensarlo cariño - Dijo simple Lan Xichen con una sonrisa brillante a Su Omega.

- ¡A-Niang, A-Niang! Y que paso después de que abuela tratara de matar a papá? - La pequeña Mei Ying de solo seis años volvió a hablar en los brazos de Lan Xichen esperando con una mirada inocente y tierna.

- Pues amor mío, en resumen. Tu abuela después de eso, no me habló ni me miró por dos semanas. A tu padre no le permitió pisar el muelle, y a mi salir de el. Yo y tu Padre no nos hablamos en esas dos semanas. Tu abuela después de que se le pasó el enojo pude hablar con ella, retomando lo del compromiso con tu Padre, aunque si seguía resentida con él. Pero después de que el se presento formalmente y con el permiso de entrar a Yumeng, le rogó, de rodillas, le pidió el permiso para tomar mi mano está vez con más madurez. Tu abuela lo hizo esperar por un mes a que aceptará eso hasta que al final dió el Si. Pero con muchas condiciones, en total...seria...ahh - El Omega se puso a pensar y a contar con los dedos.

- 50 cariño - Lan Xichen ayudo a su Omega.

- Oh claro, son 50 cielo - Dijo como lo más natural del mundo. El Omega observo a su pequeña contar con sus manitos, y su Alfa también la observo.
- ¿Que cuentas cielo? - Pregunto.

- 3000...4000...¡4050! ¡A-Die tiene más reglas que los discípulos A-Niang! - La pequeña estaba riendo divertida por todo. La historia de sus padres era muy divertida. Pero a la vez le encanta escucharla de vez en cuando.

- Que mala eres mi bella flor... - Lan Xichen acompaño la risa de su pequeña. Mientras su Omega lo miraba con una sonrisa también divertida pero la sabía moderar.

- Ustedes dos son tal para cual... -

- Nosotros también te amamos baobei - Lan Xichen habló con su voz enamorada que ponía de nervios a su Omega. Que a la vez le gustaba.

- ¡Tengo hambre...! A-Niang... - La pequeña hablo de nuevo con queja, e hizo un punchero tierno.
Alfa y Omega la miraron y se levantaron, el Alfa con la pequeña en brazos.

- ¿Quieres tu plato favorito cielo? - Los ojos de la pequeña brillaron ante la pregunta de Lan Cheng.

- ¡Si! ¡Sopa de Lotos! -

Los tres se fueron del Hanshi hacia la cocina de Gusu-Lan...

FIN.







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