Abre sus ojos, centrándolos en la nada. Aún es temprano y oscuro. Suspira, alargando su brazo al otro lado de la cama, sintiéndolo vacío y frío. Agradece que el aroma a coco y vainilla siguiera presente en su almohada después de haber transcurrido una semana y le fuera reconfortante, porque cada momento en que la soledad lo agobiaba y el fantasma de su presencia lo perseguía por cada rincón de la casa, sentía que su lobo y él por igual enloquecerían ante la falta del omega. Aspira fuerte, llenando sus pulmones con el tenue olor para luego pararse y comenzar su día. Era día de clases y debía asistir.
Prepara su desayuno, en silencio, sin aquella voz aterciopelada a sus espaldas preguntándole cosas innecesarias y sin sentido. Tampoco hay suaves murmullos de canciones adolescentes, ni mucho menos caricias inconscientes en estómagos hinchados. Se había acostumbrado a tener al azabache siempre cerca de él, aunque le costara aceptarlo.
Empaca todo y lo mete a su mochila. Después, se asea y se viste, con unos pantalones ceñidos, un suéter ligero y las botas que siempre usa. Camina hasta la escuela, nunca toma el autobús porque ahí desperdicia dinero, y lo necesita. Llega temprano, como siempre, pero tiene suerte de que Sohee también lo hace. En su salón, el pelirrojo está sentado en su lugar, y cuando lo ve entrar, le sonríe.
—Buenos días, Anton.
—Hola, Sohee — le revuelve el cabello y se sienta a su lado.
El beta bufa.
—Odio que hagas eso.
—Lo sé — le sonríe.
—Y... ¿Has hablado con Wonbin?
Su sonrisa cae y hace una mueca, negando con la cabeza.
—No he podido, todo el tiempo está acompañado.
—Deberías intentarlo, Wonbin es bueno y apuesto a que te escuchará.
—Aún así, ¿qué le diría?
—Podrías empezar disculpándote. Deberías tratarlo con cuidado. Es un omega embarazado y siente mucho las cosas. Además, hoy debes hablarle sí o sí. ¿Para cuándo está programada la cita que pediste?
—Hoy.
—Entonces, ¿qué esperas?
ESTÁS LEYENDO
❛❛Ven aquí, y Ámame❞ WONTON
Romance❛❛A sus 19 años, Wonbin debería estar apoyando a su banda favorita, yendo a centros comerciales a mirar la ropa de temporada que ha llegado, o estar juntando dinero para su graduación de preparatoria. Pero no, a sus cortos -o largos- 19 inviernos, P...