5

122 19 10
                                    

Arroz, verduras al vapor y trozos de carne

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Arroz, verduras al vapor y trozos de carne. Wonbin mira su plato, suspirando. Tomó los palillos y cogió algo de arroz, llevándolo a su boca y masticando lentamente. Anton está hablando con sus padres; quisiera saber de qué, pero no está prestando mucha atención. Los palillos revuelven un poco su comida; apenas ve lo que toma y se lo lleva a la boca. Tenía hambre, sí, pero prefería dormir y no pasar tanta incomodidad. En el transcurso de la cena, puede notar que Ji Eun no es tan dura con su hijo; le habla con cariño e incluso cuando le regaña es dulce. Todo lo contrario cuando se trataba de él.

—¿No tienes hambre? —el señor Lee le pregunta susurrando. Está sentado justo a su lado.

—No, no mucha... —sonríe de lado.

—No tienes que comer si no quieres. O también puedo decirle a Anton que te compre otra cosa.

—Gracias, pero estoy bien, de verdad.

—Y... Wonbin, ¿cierto? —el omega desvía su atención del padre de Anton cuando escucha su nombre y asiente hacia la alfa, sentada en un extremo de la mesa—. ¿Piensas seguir estudiando después de que el bebé nazca? —pregunta, apoyando sus codos en la mesa.

—Creo que sí, espero poder hacerlo.

—¿Alguna universidad en especial?

—Aún no he pensado qué estudiar.

—Te queda poco tiempo.

—Mamá, no presiones.

—Sí, Ji Eun, deja al niño un rato.

—No, está bien —niega, sintiéndose cada vez más pequeño en su asiento—. Tiene razón, pero primero quiero acabar mis estudios con buenas calificaciones.

—Anton me comentó que eres de los mejores —el padre del alfa dice, sonriendo—. ¿Es eso verdad?

Los ojos de Wonbin brillan un poco y una sensación cálida se instala en su pecho. ¿Anton ha hablado de él con su papá?, ¿es eso bueno?

—Eh, sí. Podría decirse que sí.

—Diles que sí y ya —la mirada de todos en la mesa cae en Anton, quien suena aburrido, y Wonbin cree romperse un poco—. Es el puto cerebro de la escuela, ¿bien?

—¡Anton! —Su padre golpea su brazo—. Eres un grosero.

—No tanto así, pero sí, me gusta tener buenas calificaciones.

—¿Para qué? —El alfa lo mira, interesado.

—Me hace sentir bien, creo.

—Raro —susurra y recibe otro golpe.

—Y... Anton también nos contó sobre tus padres betas, ¿no?

—Sí. Los dos lo son.

Puede ver de reojo a Ji Eun sonreír.

❛❛Ven aquí, y Ámame❞ WONTON Donde viven las historias. Descúbrelo ahora