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—Señor Lee, veo que su omega no le acompaña hoy —la agente rubia le habla—

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—Señor Lee, veo que su omega no le acompaña hoy —la agente rubia le habla—. Que falta de profesionalismo —estira su mano—. Puede llamarme Jessica.

—Un gusto —sonríe y acepta su mano—. Es la misma que fue a su casa pero no hubo tiempo de presentaciones—. Y se quedó en casa cuidando del bebé.

—Que bueno —sonríe—. Sígame, por favor.

Ella lo dirige a un consultorio. Ha pasado una semana desde la visita a su casa y para hoy, estaba programada la cita para los análisis de paternidad. La mujer abre la puerta, pero detiene a Anton.

—Ella está dentro. Sólo... No haga algo que pueda asustarla, por favor.

Sin entender muy bien, Anton asiente y ellos entran. En una silla está un doctor hablando con una bebé, ella se ve intranquila, cuando ve a la agente sus brazos se estiran hacia ella. Su cabello es rojizo y lacio, igual al de Hana. Es idéntica a ella, sólo que sus labios son más delgados y sus ojos negros, al rededor del derecho hay una bola amarillenta, y en los brazos tiene varias marcas y costras. Tiene poco más de 1 año, en sus ojos hay terror.

—Está bien, cariño —la rubia acaricia el cabello de la niña, peinado en dos rodetes sobre su cabeza.

El alfa de Anton se vuelve loco, queriendo correr hasta la niña, tomarla en sus brazos y protegerla de todo.

—Ésta es la pequeña YoungMi.

YoungMi se encoge y cierra los ojos cuando ve al alfa caminar hasta ella.

—Está bien, YoungMi —Jessica le habla, acariciando su espalda—. Estamos aquí para protegerte, ¿si?

Al parecer, ella entiende. Abre sus ojos y están rojos, queriendo llorar.

—Haremos esto rápido —el doctor habla por primera vez—. Sólo necesito que abra la boca —le dice a Anton y él lo hace.

Mete algo como un cotonete a su boca, pasándolo por sus mejillas interiores, luego lo guarda en una bolsa. Hace lo mismo con la niña, sólo que como ella se negaba, tuvo que hacerlo a la fuerza, haciéndola llorar. Anton quiso tirarse sobre él y darle unos cuantos golpes por eso.

—Es todo, señor Lee.

—¿Cuándo tendré que volver? —disimuladamente, pone una mano sobre la espalda de YoungMi, sintiéndola temblar.

—Dos días, a la misma hora.

Anton asiente y sale de ahí. Su celular comienza a sonar dentro de su bolsillo.

—¿Si?

—Mmmm, Anton —es Wonbin y su voz suena diferente.

—¿Wonbin?

—Mierda, Anton... No demores.

—¿Estás bien?

Ah, ah. No —oye que gime.

❛❛Ven aquí, y Ámame❞ WONTON Donde viven las historias. Descúbrelo ahora