❛❛A sus 19 años, Wonbin debería estar apoyando a su banda favorita, yendo a centros comerciales a mirar la ropa de temporada que ha llegado, o estar juntando dinero para su graduación de preparatoria. Pero no, a sus cortos -o largos- 19 inviernos, P...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
En los días siguientes, Anton había comenzado a comportarse más tranquilo con Wonbin. En algunas ocasiones, sin ser consciente, le había levantado la voz, pero siempre terminaba disculpándose inmediatamente. En la escuela, toman sus desayunos juntos. A veces acompañados y otras completamente solos. El azabache le mantiene informado de todos los cambios y movimientos que sentía del bebé. A Anton le agradaba ver cómo el omega se notaba más tranquilo por la manera en que estaban llevando las cosas, y esperaba que todo siguiera así con tal de que él no pasara malos momentos.
El alfa pica la fruta de su plato, llevándola a su boca. Wonbin está frente a él, comiendo una hamburguesa. Sabe que no es saludable, pero tenía antojo de eso. Sus ojos brillan cuando muerde la jugosa carne.
—Dios, está muy buena —limpia las orillas de sus labios con la servilleta que Anton le ofrece.
—No se me hace saludable —le dice, haciendo una mueca hacia su plato.
—No empieces, Anton —rueda sus ojos.
Como por arte de magia, Sohee, Eunseok, SeungHan y Sungchan aparecen, tomando asiento. Anton suspira. Ya se habían tardado.
—Mira que te traje, hyung —Sungchan le pasa un pastelito de chocolate y el omega chilla.
—¡Muchas gracias! Quería comprar uno, pero con el dinero que me dio mi madre no alcanzó —le sonrió, mientras lo dejaba sobre la mesa, a un lado de su "desayuno".
—¿Por qué le das eso? —Anton frunce el ceño—. Es mucho dulce para él y...
—Shhh —su primo lo calla metiéndole un trocito de manzana, que había sacado de su plato, en la boca—. Deja que el niño disfrute.
Anton mastica la fruta, con molestia y recelo.
—Bueno... El baile se acerca —Sohee dice, desenvolviendo un hotteok que había sacado de su mochila.
—Tres semanas, sip —concuerda Wonbin asintiendo—. ¿Aún no tienes con quién ir, Sohee?
—No. Tú tampoco.
—Podemos ir juntos, si quieres.
—¿De verdad? Por mí está bien —el beta dice, sonriendo ante la idea de ir junto a Wonbin.
—No.
—¿Mmh? ¿Por qué? —el alfa rubio pregunta, divertido—. ¿Por qué Sohee no puede ir con Wonbin? Son amigos, no veo nada de malo en eso.
—Porque Wonbin va a ir conmigo.
—¿Qué?, ¿desde cuándo? No estaba enterado —Wonbin frunce el ceño, mirando expectante al alfa a su lado.
—Desde ahora, y te estás enterando.
—Eres un tonto, Anton —SeungHan se mete—. No debes estar celoso y menos de Sohee. Podrías ser al menos un poco romántico, ¿tal vez?
