❛❛A sus 19 años, Wonbin debería estar apoyando a su banda favorita, yendo a centros comerciales a mirar la ropa de temporada que ha llegado, o estar juntando dinero para su graduación de preparatoria. Pero no, a sus cortos -o largos- 19 inviernos, P...
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—¿Cómo vas con Anton? —Sungchan mete la cuchara al bote de helado de fresa.
Wonbin encoge sus hombros.
—Ha estado de gruñón.
—¿Alguna razón en especial?
—Ha conseguido un nuevo trabajo, por la noche. No duerme bien y le pone de mal humor.
—Me imagino.
—Además... ayer llegaron los resultados de la Universidad local —tuerce la boca.
—¿No fue aceptado?
—Pasó el examen pero no le dieron un lugar porque estaban excediendo el límite de alumnos. Fue una mierda, eso lo dejó peor.
—Lo siento por él.
—Está triste, aunque diga lo contrario.
Han pasado tres semanas desde que salieron de vacaciones. Eunseok, SeungHan y Sohee estaban en el viaje de graduación, así que el único amigo disponible era Sungchan. Su compañía era agradable y a Wonbin le divertía.
—¿Qué harán para vacaciones?
—Probablemente nada. Anton seguro trabajará todos los días.
—¿Y tú?
—Me quedaré aquí, con él. No quiero salir de paseo mientras él trabaja día y noche, literalmente. No es justo.
—¿Aún sigue con la idea de que no trabajes?
—Ahora si no puedo hacerlo. Casi no aguanto mucho tiempo en una posición, me cansó mucho y la espalda me mata.
—Ouh, lo siento.
—Está bien. Valdrá la pena.
—Mierda, esto debería ser sorpresa pero... El tío Jong-suk está organizándote un Baby shower con mi familia. Si te dicen, actúa sorprendido y no digas que la cagué.
—¿De verdad? —sonríe, achinando los ojos—. Que lindo de su parte.
—Él es así.
Ellos siguen platicando de diferentes cosas, Sungchan le cuenta sus planes para las vacaciones y le dice que si gusta, se puede unir a él. Dan las 7PM y Anton llega, luciendo cansado y harto de todo.
—¿Qué haces aquí? —ni un saludo ni nada, sólo una pregunta hostil para su primo.
—Haciéndole compañía a Wonbin, nada más.
—Ya puedes irte, entonces.
—Anton, no tienes que ser grosero —el omega le dice, regañándolo.
Sin prestar atención, el castaño va a la cocina para prepararse algo de cenar.
—Te dejo, Binnie. Nos vemos después —lo abraza cortamente, para después salir e irse.
Suspirando, Wonbin camina a la cocina con los pies hinchados.
