❛❛A sus 19 años, Wonbin debería estar apoyando a su banda favorita, yendo a centros comerciales a mirar la ropa de temporada que ha llegado, o estar juntando dinero para su graduación de preparatoria. Pero no, a sus cortos -o largos- 19 inviernos, P...
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—¿Estás listo?
La voz del alfa suena a sus espaldas. Es gruesa y siente su olor intensificarse con cada segundo que pasa. Wonbin tiembla con sólo oírlo. Voltea a verle y está sin camiseta, con el torso marcado al aire.
—Y-Yo —Anton alza una ceja, totalmente impaciente—. Si-si, está bien.
Con los ojos vidriosos, el más alto se le acerca y los latidos de Wonbin se aceleran. Le quita la camiseta con mucho cuidado, besando su hombro desnudo.
—Tienes que estar seguro.
—Lo estoy —aclara con voz quebrada.
—Puedo hacerlo sólo si no estás seguro.
—Te dije que sí.
Rondando los ojos, el alfa lo recuesta en la pequeña cama de su habitación. Wonbin gime al sentir el calor del más alto cubrirle, se siente seguro ahora.
—Anton —chilla al momento de que el nombrado pasa sus labios por su estómago plano.
Los besos que el ojinegro le da por todo el cuerpo, hace que se pierda, fijándose únicamente en lo bien que se siente.
—Ah~ A-Anton —vuelve a decir su nombre, en un gemido ahogado.
Anton ha comenzado a prepararlo con los dedos, evitando gemir cuando toda la húmeda entrada del omega. Muerde su cuello suavemente, tratando de no romper la piel, por más que quiere.
—¿Listo?
Wonbin asiente.
—¿Seguro?
Traga saliva, pero vuelve a asentir.
Anton sisea, entrando en Wonbin, y él quiere gritar de tan bien que se siente. El omega sólo abre los labios en grande, nada saliendo de ellos.
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SeungHan seca las lágrimas de su amigo, sonriendo triste.
