Hisae se niega a asistir al colegio de hechicería, Megumi es enviado por el director para convencerla. Sin embargo, Hisae se niega rotundamente debido a la oposición de su abuelo. A pesar de esto, Megumi y Hisae se hacen amigos cercanos mientras él...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
H I S A E
—Yo quiero ver una película. ¿Qué van a hacer?
—Es muy temprano, creo que iré de compras, ¿Vienes conmigo Hisae? —Nobara me miró, sonriendo de oreja a oreja mientras yo asentía, distraída viendo mi celular.
Era uno de esos días raros, donde no teníamos ninguna misión peligrosa o entrenamiento que nos obligara a estar alerta todo el tiempo. Por fin teníamos un momento libre, y ninguno de nosotros quería desaprovecharlo.
Megumi rompió el pequeño hilo de paz que había.
—¿Entonces quieren salir? Yo volveré a la preparatoria.
Levanté la vista de mi celular, incrédula por lo que acababa de decir.
—¿Qué? —miré incrédula a Megumi. —Eres un abuelo.
—Nos veremos luego Hisae. —llamó a Ijichi para que fuera por él.
Megumi me lanzó una mirada que, a su manera, parecía decir "ya me conoces". Suspiré mientras lo veía llamar a Ijichi para que fuera por él. Siempre había sido así: reservado, algo distante, pero últimamente... No podía evitar sentir que había algo más. Algo que ni él ni yo estábamos listos para decir en voz alta.
—Te veo luego. —se despidió Itadori.
—Nos vemos. —murmuré al verlo entrar al auto.
Kugisaki entrelazó su brazo con el mío, mientras subíamos las escaleras.
—Ay. —suspiró. —Por fin se acabó el trabajo.
—Voy a ir a ver una película, ¿Quieren venir? —el pelirosa se acercó a nosotras antes de que nos perdiéramos entre las tiendas.
—¿Qué película? —miré curiosa al chico.
—La lombriz humana 4. —sonrió con felicidad. Negué de inmediato con la nariz arrugada.
—¿Por qué veríamos eso? —dijo Nobara con la misma reacción que yo. —Además no he visto las otras tres.
—Yo ví la del ciempiés, no vuelvo a ver nada que tenga que ver con volver humanos en bichos. —me crucé de brazos, recordando ese mal trago de película.
