Capítulo 11

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Amber:

Había contactado a Aaron Fisher por instagram, le habia dicho que investigaba por la muerte de abigail y que si podíamos hablar. Cuando vi entrar en el bar un chico pelinegro y ojos azules decidí acercarme. Mi corazón latía con más fuerza mientras me acercaba, sintiendo que el tiempo se detenía. "Por favor, no seas torpe", me repetía.

—Hola, soy Amber —dije, con una sonrisa que me salió casi automática.

Aaron levantó la vista, sus ojos un poco más nublados de lo habitual, pero había algo en su mirada que sugería que estaba dispuesto a hablar. Había bedido ya alcohol antes, lo que me convenía perfectamente.

—Hola, Amber —respondió, su voz un poco más grave, como si cada palabra le costara un esfuerzo.

La música resonaba en el bar, pero mi atención estaba completamente centrada en Aaron. Sus ojos, un poco perdidos, reflejaban la mezcla de emociones que venía acompañada de los tragos que había tomado. Era el momento perfecto para sacar información, así que decidí aprovechar su estado.

—Oye, ¿quieres algo más de beber? —le pregunté, con una sonrisa que pretendía ser amigable. Sabía que el alcohol podría soltarle la lengua aún más.

—Claro, ¿por qué no? —respondió, su voz sonando un poco más animada. A medida que la bebida fluía, su mirada se volvía más intensa, y su historia comenzaba a desenredarse como un hilo suelto.

Le pedí otra ronda y, mientras esperaba, lo observé. Sus facciones se suavizaban, y aunque su dolor era evidente, había un destello de diversión en su mirada.

—Así que, cuéntame más sobre Abigail. Suena como si su vida estuviera llena de drama. ¿Era siempre así? —pregunté, sabiendo que el alcohol lo empujaría a abrirse más.

Aaron se rió, pero era una risa amarga.

—Era un torbellino. En una fiesta, era la estrella; todos querían estar a su alrededor. Pero en el fondo, había algo más. La gente solo veía lo que quería ver —dijo, su voz arrastrándose en un tono melancólico.

Esto se pone interesante, pensé, sintiendo que cada palabra que decía valía la pena explorar.

—Debió ser complicado —dije, inclinándome hacia él, intentando parecer comprensiva, pero mi mente estaba en cómo usarlo a mi favor.

—Lo fue —murmuró, su voz un susurro melancólico. —Después de su muerte, todo se volvió un caos. La gente la recordaba de una manera, pero... no sabían la verdad. Era como si todos quisieran su parte de la historia, pero nadie realmente la conocía.

Así que hay secretos, pensé, intentando absorber cada detalle. Podría ser algo grande.

Le pasé su bebida y él tomó un largo trago, como si necesitara el líquido para calmar sus recuerdos.

—A veces me pregunto si, al final, había algo oscuro detrás de esa sonrisa —continuó, un susurro que se perdía entre la música—. Era como si todo el mundo la quisiera, pero al mismo tiempo, había muchos que la odiaban. ¿Sabías que tuvo sus enemigos en el colegio?

La curiosidad me picó. ¿Qué enemigos? Eso suena jugoso, pensé, pero decidí no presionarlo demasiado. En cambio, lo dejé hablar.

—Era complicado. La misma gente que la idolatraba también la traicionaba. A veces creo que ni siquiera se daba cuenta de lo que pasaba a su alrededor. Y yo... yo solo estaba ahí, atrapado en su mundo. Cuando murió, todo se desmoronó —dijo, tomando otro sorbo de su bebida, como si eso le diera fuerzas para seguir.

—¿Y tú? ¿No has pensado en seguir adelante? —pregunté, con un tono que pretendía ser casual, pero con un guiño de curiosidad.

Su expresión se tornó seria.

La lista de besos 💋 [ESPAÑOL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora