Capítulo 3. KIARA

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Ya llevamos un mes del maldito verano, han pasado más de cuatro desde que lo dejamos y estamos igual o peor. No nos hemos quitado ni los anillos y este rollo de acostarnos sin parar, en plan amiguitos, no nos lleva a ninguna parte. Porque hace que ni él se decida y para ser sincera, yo tampoco. Jasper se ha dado cuenta de lo que estamos haciendo y cada vez que nos ve niega con la cabeza pero no dice nada, cosa que me sorprende sabiendo lo entrometido que es. Le tiene que estar costando una barbaridad y temo por su salud.

Hoy es mi mierda de cumpleaños. Solo quiero estar sola. Encerrarme en mi casa y llorar pensando en Kaity. Pero ninguno me va a dejar. Me han dicho que me han preparado una estúpida fiesta para que no pueda escapar. Liam y Jasper ya están en mi casa desde temprano para vigilarme. Después de comer, me dicen amablemente que vaya a vestirme de una puta vez porque se han dado cuenta que estoy dando vueltas intentando escaquearme del temita. Me planteo vestirme de rosa a ver si se dan cuenta de lo mal que estoy, que esta movida de mi cumpleaños me está desquiciando y consiga que me dejen en paz. Pero entonces tendría que ponerme ropa de Kaity y eso sí que no lo aguantaría.

Al final me decido por un corset con tirantes y una minifalda de cuero con sandalias de plataforma, las pulseras y el collar de tachas. Me aliso el pelo y me maquillo de negro. Voy a quitarme el anillo, pero al final no puedo. Hoy todo me supera. Salgo y me están esperando. Joder. Liam está para comérselo. Sin darme cuenta me muerdo el dedo gordo y él me sonríe con los ojos más oscuros al verme. Fantástico.

Llegamos a la discoteca. Me tienen hasta una tarta. Me dan sus regalos que he de reconocer que me gustan. Estamos hablando cuando veo como Akuma entrecierra los ojos. Sigo su mirada y no me lo puedo creer. La maldita Juliette está aquí tan luminosa como siempre.

-Hola- Liam abre los ojos cuando la ve- Gracias por invitarme Kiara. Ha sido gesto muy bonito por tu parte.

-Perdona ¿qué?- solo soy capaz de decir.

Ella parece de repente incómoda.

-Bueno, Beverly me dijo que viniera- la miro y baja la cara avergonzada.

Pero sé que no ha sido idea suya. Liam y yo fulminamos a Jasper que nos sonríe encogiéndose de hombros. Lo voy a matar, ya lo tengo claro. Va la estúpida esta y se sienta encima de Liam. Él se revuelve incómodo, pero no la aparta. Me recuerdo que no estamos saliendo y que arrastrarla del pelo para que se levante no es buena idea.

-Me voy en unos días y tenía ganas de ver antes a mi Liam- ya está con esa mierda otra vez.

Me da un regalo. Cuando lo abro lo examino como si fuese una broma. Es una camiseta amarilla con la frase SIEMPRE OPTIMISTA. Oigo a Arashi que suelta una risita.

-No tenías que haberte molestado- le digo pensando en prenderle fuego en cuanto llegue a casa.

-Es solo un detalle- me contesta feliz la imbécil esta.

Esto me está superando. Respiro hondo y me levanto. Ahora mismo necesito estar sola un momento y procesar esto.

-¿A dónde vas?- me pregunta Arashi preocupado.

-Al baño- miento- Enseguida vuelvo.

Frunce el ceño, pero no dice nada más. Subo las escaleras y busco una habitación vacía. Me siento en la cama y escondo la cara entre las manos. Quiero echarme a llorar, pero no puedo porque lo notarán enseguida. Alguien llama. Seguro que es una parejita para aliviarse un poco.

-¡Está ocupado!- grito para que se larguen.

Pero la puerta se abre y giro la cabeza con mirada hostil. Es Liam. Se sienta junto a mi.

-Te prometo que no tenía ni idea- me habla angustiado- Voy a pedirle que se vaya.

-Da igual, déjala- suspiro- Te aseguro que este día no puede ponerse peor.

SOMBRAS NEGRAS (3º parte SAGA LABIOS NEGROS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora