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Stanley no sabe desde hace cuánto Fiddleford no ha podido salir de su cbeza

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Stanley no sabe desde hace cuánto Fiddleford no ha podido salir de su cbeza. Recuerda la primera vez que su hermano se lo presentó como su pareja, y eso fue años atrás. Cuando lo vió por primera vez, se esperaba alguien completamente distinto a su hermano, pero resultaba que era incluso más inteligente que Stanford, cosa que lo consternó un poco. Pero quizá por eso él y su hermano se complementaban; quizás eran almas gemelas.

Pero tuvo que admitir que la primera vez que lo vió, una rara atracción hacia el rubio se hizo presente, como si él fuera el metal y Fiddleford el imán que lo atraía jodidamente. Fiddleford era guapo a sus ojos. Y creyó que todo terminaría hasta ahí, esperaba que sí, porque lo último que se le ocurriría (aunque ni eso) sería robarle el novio a su hermano.

Stanley era mujeriego, no era una gran sorpresa, pero de vez en cuando le costaba aceptar eso. Ser mujeriego era un defecto que tenía y muchas veces se metió en problemas gracias a ello, pero tampoco se ha fijado solo en mujeres, sino también en hombres. Pero lo curioso es que esta fijación hacia los hombres empezó luego de haber conocido al novio de su hermano, y todos tenían las características de aquel muchacho. Cuando se dió cuenta, se sintió la persona más jodida del mundo.

Porque se dió cuenta de que el novio de su hermano le gustaba. No podía decir que estaba enamorado, porque apenas y conocía a Fiddleford en aquellos tiempos. Pero definitivamente Fiddleford le gustaba y le interesaba como algo más que solo un conocido. Pero trató de alejarse lo más posible para que aquel gusto extravagante hacia el de gafas acabara de una vez por todas, porque al fin y al cabo creía que solo era atracción física.

Pero cuando esa noche vió a Fiddleford llorar por su hermano...

Aunque por más que se haya sentido culpable, no pudo evitar sentir un rayo de esperanza que lo impulsó a querer ayudarlo, porque solo así quizá Fiddleford podría olvidarse de Stanford y fijarse en él...aunque es egoísta, y Stanley detestaba ser egoísta, pero ese era otro defecto en él. Pero quería ir de a poco porque entendía que Fiddleford viera en él a Stanford, entendía ese dolor a pesar de nunca haberlo vivido. Pero deseaba con sus fuerzas ser amado y deseado por aquel a quien tanto quería con sus fuerzas.

Porque Stanley poco a poco estaba cayendo enamorado de Fiddleford.

Ya va un mes desde que Fiddleford y Stanford terminaron, y las últimas semanas de ese mes transcurrieron normales luego de la última crisis del mayor. No ha notado nada raro en él y espera seriamente que no esté ocultándole nada más.

Stanley quería llevar a un bar cercano a Fiddleford para compartir un par de cervezas. Pero este no estaba del todo seguro.

"No lo sé, Stanley...¿seguro que no vamos a escapar como lo hicimos en el café ese de gatos?" Entrecerró los ojos con sospecha, no confiando del todo en el menor.

Stanley rió con diversión. "Esta vez no, cerebrito. Esta vez tengo el dinero necesario para comprar todas las cervezas que queramos."

Fiddleford alzó una ceja para luego sonreír. "Si tú lo dices. Pero te juro que a la primera que planees ponernos en problemas, Pines. Yo voy a-"

ਏ ݂  The Replacement .   ๋ਓ  🍓  FiddleStan - FiddAuthorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora