ਏ ݂ The Replacement . ๋ਓ 🍓 FiddleStan - FiddAuthor

★﹕Eight .

Ya había pasado una semana desde la ruptura de él y Stanford, y debió admitirlo, fue una tortura total saber que no lo tenía a su lado y que no lo tendría nunca más.

Tampoco fue agradable tener que sentir las miradas que le otorgaba cada que les tocaba una clase en el mismo salón, queriendo que la tierra se lo tragase para no volver a sentir esas emociones combatientes que le exigían volver a los brazos de Stanford. Tenía algo a lo que llamaba 'orgullo', y no planeaba dejarlo atrás solo por un patán que se burló de él sin arrepentimiento alguno.

Porque aunque le dijo que estaba arrepentido...no le creía absolutamente nada. Sin embargo, eso no impedía que estuviera en una etapa medio depresiva en la cual se trataba de algunas veces encerrarse en el baño y llorar en soledad hasta que se le pasara, pensando una y otra vez que quizá nunca fue alguien suficiente para aquel chico.

¿Stanley estaba enterado de esto? No. Pero tampoco tenía que enterarse. Era el menos indicado para poder lidiar con eso. Y tampoco quería que lidiara con él cuando Stanley le recordaba tanto físicamente a Stanford...no era algo que diera a sus cabales. Su consuelo seguramente le recordaría al de Stanford, y lo menos que quería era eso.

Salió de uno de los cubículos y fue hasta el lavamanos para apoyarse en este y mirarse al espejo. Sus ojos brillaban en lágrimas y estaba rojos, sus pestañas estaban más rizadas de lo normal y su nariz estaba teñida en un suave rojo igual; para haber estado llorando, honestamente se veía lindo. Era el verdadero concepto 'bonito cuando lloras'.

Dejando eso de lado, agradecía eternamente que nadie estuviera ahí en esos momentos. Y que por lo menos nadie había entrado.

Lavó su cara en el lavamanos y salió del baño de la universidad para irse a su habitación, hasta que dando vuelta a uno de los pasillos se topó con quien menos pensó que se toparía y de verdad, deseaba nunca habérselo topado.

Sus cuerpos chocaron y debido al fuerte impacto, Fiddleford cayó.

"Wow, amigo. Deberías tener más cuidado la próxima. Imagínate si te da una contusión cerebral al próximo golpe." Aquel rubio dorado se rió y miró con un desagrado disimulado al rubio castaño. "Los campesinos al parecer no suelen ser muy cuidadosos, ¿cierto?"

"Bill..." Murmuró en un pequeño gruñido.

"¡Ese soy yo, querido amigo! Aunque, ya nos hemos visto, ¿no? Si no estoy equivocado..." Fingió pensar unos momentos. "Fue cuando me viste besando a tu-"

"¡No te atrevas a terminar la frase! Eres un descarado." Se levantó rápidamente del piso para encarar al rubio dorado, el cual sonrió con diversión y malicia al ver que había tocado un nervio en el rubio castaño. "No voy a perder mi tiempo en tipos fáciles como tú."

"Creo que el tipo fácil es otro, ¿no crees?" Se refería a Stanford y lo sabía. "Fue más que fácil sacarte de encima para conseguir la atención de tu noviecito. Siete meses bastaron para tenerlo en la palma de mi mano y que tú te enteraras fue como ver a la Mona Lisa en persona." Se carcajeó como si le hubieran dicho la broma más cómica del mundo.